Quiksilver se declara en quiebra en Estados Unidos y ahora busca cerrar un acuerdo con un inversor que lo ayude a salir de esta crisis financiera.
La firma de artículos de ropa deportiva Quiksilver declaró en bancarrota su operación en Estados Unidos y optó por acogerse al capítulo 11 de la Ley de quiebras de ese país, quedando al margen sus negocios de Europa y Asia.
Esta medida, que depende del visto bueno del ente regulador norteamericano, tiene como objetivo conseguir llevar a cabo una remodelación de la compañía que la saque de esta crisis financiera en la que se ha visto envuelta durante los últimos años, según ha informado la agencia Bloomberg.
Los planes de la firma de ropa de surf, fundada en Australia en 1973, pasan ahora por cerrar un acuerdo con la firma de capital privado Oaktree Capital y conseguir sobrevivir.
De concretarse este acuerdo, Oaktree Capital y Bank of America ofrecen a la firma una inyección de 175 millones de dólares. Al término de la operación, la compañía de capital privado pedirá un intercambio de deuda por acciones, haciéndose así con una participación mayoritaria en Quiksilver como consecuencia de su aportación económica.
Las cifras negativas que acumuló la firma hablan por sí solas. En el 2014, las ventas de Quiksilver cayeron el 13%, lo que equivale a una pérdida neta de 309,4 millones de dólares. Con todo, más de la mitad de sus ventas provienen de fuera de EEUU.
Asimismo, las acciones de Quiksilver cerraron a US$0,439 el martes, mientras que en el año, las acciones ya habrían perdido el 79% de su valor. Incluso, el pasado mes de julio, la Bolsa de Valores de Nueva York le dio un ultimátum de seis meses para mejorar su evolución bursátil o la excluiría de la bolsa.
Comparte esta noticia