El 90% de estudiantes rechazan la presencialidad al 100% porque sus economías están en riesgo.
Desde agosto, más de un millón de universitarios volverán a las clases presenciales, luego de dos años de pandemia donde recibieron enseñanza virtual y mixta. La disposición del Ministerio de Educación sorprendió a las instituciones que deberán ajustar su presupuesto, y a los estudiantes cuyas economías están en riesgo.
¿Qué tan preparados están los jóvenes para retornar a la presencialidad?
El especialista en políticas educativas, Paul Neira Del Ben, refirió que no todos los jóvenes quieren volver a esta modalidad, porque durante este periodo iniciaron actividades nuevas como trabajar o retornaron a sus lugares de origen. Volver a las aulas demandará más gastos que no podrán asumir.
“Buen grupo de estudiantes que se habían mudado a Lima a estudiar, ya sea con familiares, solos o en grupos, para poder estudiar en las universidades, regresaron a sus ciudades de origen durante la pandemia, y eso es muy positivo para ellos porque les permite afrontar el proceso de aprendizaje de una manera más económica; además, los adultos que trabajan, pueden ver lesionada su capacidad de poder y estudiar y trabajar con mayor facilidad y combinar en este caso otras responsabilidades como la familia, una pareja, hijos, etc. “, refirió.
Antes de la pandemia, el porcentaje de deserción alcanzó al 12.6% de la población estudiantil y con la pandemia la cifra subió al 18%, lo que provocó que solo en el 2020, casi medio millón de universitarios abandonen los estudios. las estadísticas se redujeron al 11 % el 2021, según el Ministerio de Educación y para este año se registró un millón de universitarios en las aulas por la modalidad híbrida o semipresencial.
Luis Lescano, director de la Federación de Instituciones Privadas de Educación (FIPES) detalló que muchos jóvenes se matricularon este año creyendo que la modalidad híbrida continuará hasta el fin del 2022, el cambio sorpresivo hace que la mayoría lo rechace.
Piden clases semipresenciales
“Ellos requieren que las clases presenciales se hagan para laboratorios y talleres, donde realmente se requiere una asistencia física para el aprendizaje. Hemos podido estimar que más allá del 90% quiere ya una modalidad hibrida, modalidad semipresencial”, explicó.
La presencialidad exige un acondicionamiento de espacios en las universidades para atender la demanda de estudiantes que quedaron, luego de que un tercio de ellas entren a proceso de cierre por no alcanzar el licenciamiento, y solo queden 96 con esta certificación.
Para cumplir con estos requerimientos hay riesgo de que las pensiones suban, aunque por el momento, todo continúa igual, refirió Justo Zaragoza, director del Grupo Educación al Futuro y de la Expo Universidad.
La economía del estudiante en riesgo
“Las universidades bajaron un 10% durante la pandemia y lo que han hecho muchos es que han vuelto a sus pensiones prepandemia y otros si no han subido, lo que han hecho es aumentar las categorías. entonces, tienen pensiones más caras que las de prepandemia, otras similares y otras incluso más bajas”, explicó.
Según la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), en el continente uno de cada siete estudiantes ha tenido preocupaciones económicas ante la crisis sanitaria. Además, un análisis de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas explicó que dejar los estudios a medias incrementa la población con educación superior incompleta y los condena al subempleo, entonces ¿qué hace el gobierno por mejorar el acceso a la educación de los jóvenes?
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