Actualmente las tarifas de agua subsidadas del 40% de limeños serán retiradas de forma progresiva a partir del 2017.
Alrededor de 600 mil familias limeñas que se encuentran por encima de la línea de pobreza empezarán a pagar una tarifa de agua más alta desde finales del 2017, dado que los subsidios que actualmente benefician a todos los hogares que consumen menos de 25 metros cúbicos de agua se empezarán a retirar parcialmente el próximo año, anunció Jose Luis Patiño, gerente de usuarios de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento, Sunass.
De acuerdo con Patiño, el millón y medio de hogares limeños que consume menos de 25 metros cúbicos al mes ahora pagan una tarifa subsidiada promedio de dos soles. Esta tarifa se elevará gradualmente a un promedio de dos soles 80 céntimos para el 40% de este grupo que no es pobre.
"El 60% de este millón y medio estaban por debajo de la línea de pobreza, entonces más o menos se estaba calculando eso, lo que no quiere decir que el 40% restante que supuestamente no recibía el servicio tendría un incremento drástico de la tarifa, repito es un progreso gradual, que hay que empezar a trabajar a concientizar, por eso la campaña de Sunass es la valoración del recurso hídrico", precisó Patiño.
Para determinar a quiénes se le retira el subsidio, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, (MIDIS) iniciará un estudio, en base a los datos del Sistema de Focalización de Hogares, Sisfoh. Patiño remarcó que el incrementó será gradual acorde a la capacidad de pago de las familias.
"En Sunass como regulador del servicio y encargado de dar las tarifas, este tiene que ser un proceso progresivo no tiene que ser un proceso traumático de cambiar un costo de un metro cúbico de manera drástica porque evidentemente también que tenemos que evaluar la capacidad de pago de las familias, y eso entra a tallar a la hora de analizar la aplicación de esta focalización", detalló Patiño.
Estimó que las tarifas podrían seguir subiendo hasta el 2021, año en el que el ingreso el nuevo reservorio de agua de marca dos y la planta de desalinización en el sur de Lima permitirán reducir los costos de abastecer de agua a la capital.
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