Con una fortuna estimada por encima de los mil millones de dólares, la magnitud de su impacto financiero es tan impresionante como su éxito musical.
La estrella country/pop y compositora estadounidense, Taylor Swift, no solo ha conquistado los corazones de millones de fans alrededor del mundo, sino que también ha cimentado su posición como una de las figuras más influyentes en el ámbito económico global. La artista de 34 años figura entre las 2781 personas millonarias incluida en la revista Forbes.
Con una fortuna estimada por encima de los mil millones de dólares, la magnitud de su impacto financiero es tan impresionante como su éxito musical. Su música, capaz de conectar con diversas audiencias, ha generado un flujo constante de ingresos a través de ventas de álbumes, streaming y derechos de autor.
En este sentido, las giras de Swift son eventos de gran envergadura que movilizan economías enteras. Su última gira mundial, “Eras Tour,” batió récords de asistencia, recaudando $ 1.040 millones, con 4,35 millones de entradas vendidas en 60 fechas de gira.
El imperio inmboliario de Taylor Swift
En 2009 con tan sólo 20 años Taylor Swift adquirió su primera propiedad en Tennessee y desde entonces, la cantante estadounidense no ha parado de invertir en propiedades, de hecho tiene casi una decena de casas.
Su segundo hogar también en Tennessee se encuentra en el suburbio de Forest Hills. Es una mansión estilo griego que cuenta con 4 recámaras, 4 baños, 1 apartado de huéspedes y una gran piscina. Esta propiedad costó $ 2.5 millones aproximadamente.
En 2015, la emblemática mansión Goldwyn enamoró a Taylor Swift. Ella la compró por $ 25 millones. Cuenta con 7 dormitorios y 10 baños. Durante la pandemia por COVID-19 la residencia fue remodelada para ser declarada "propiedad histórica" por su antigüedad.
Otras de sus propiedades se encuentran en Beberly Hills, Rhode Island y New York, que superan los $150 millones.
En el ámbito publicitario, la cantante ha establecido asociaciones lucrativas con marcas icónicas como Apple, Pepsi y L'Oréal. Estas colaboraciones no solo refuerzan su imagen de marca, sino que también contribuyen a su creciente fortuna. Los contratos publicitarios, junto con su presencia en redes sociales, donde cuenta con cientos de millones de seguidores, consolidan su estatus como una poderosa influencia comercial.
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