¿Qué acciones tomar para cambiar la situación? La gerente general de ASEI propuso algunas medidas que el Gobierno debería aplicar, ya que el acceso a viviendas formales puede reducir el porcentaje de pobreza en el país.
La informalidad es un problema que también está presente en el sector inmobiliario. Ana Cecilia Gálvez, gerente general de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), dio a conocer de qué manera afecta el tráfico de terrenos y cómo evitar las viviendas informales.
"Somos el segundo país, después de Cuba, en tener el 93% de las habitaciones urbanas de la economía inmobiliaria que viene de tráfico ilegal de tierras. Solo el 7% es formal", explica.
Este panorama se da por "las necesidades propias de la población que no accede a una vivienda formal de primera mano, pero está en manos del Estado dar esas condiciones para que las familias puedan acceder".
La brecha habitacional y la necesidad de políticas públicas estables
Ana Cecilia Gálvez también profundizó en la brecha habitacional en el país: "Es inmensa. Hay alrededor de 1,900,000 familias y esa brecha se compone de dos elementos. Una demanda un déficit cuantitativo, 600,000 familias que no tienen casa; y un déficit cualitativo, gente que tiene casa, pero no es una vivienda adecuada".
Bajo ese marco, si se quiere cerrar la brecha de la primera parte en los próximos 10 años, se tiene que producir 60,000 viviendas al año. Sin embargo, a las 600,000 se le suma un crecimiento vegetativo de la población, ya que cada año entran 140,000 familias nuevas. En total, se tienen 200,000 familias con necesidades de vivienda nueva en el mercado.
Actualmente, se produce solo 40,000 viviendas, es decir, mucho menos a lo que se requiere. Para cerrar esta brecha, Gálvez insistió en la necesidad de una política habitacional estable que asegure la previsibilidad en los subsidios y financiamiento.
“Esa política de subsidios que determina el Estado para financiar ese 70 % de la de la demanda de todo Lima, tiene que tener predictibilidad. No tener el presupuesto solo para el año siguiente", cuestionó y puso como ejemplo Colombia, que tienen un presupuesto aprobado hasta 2034 y les permite producir 225,000 unidades al año.
El impacto de la vivienda formal en la economía
La especialista subrayó el impacto positivo de la vivienda formal en la economía: “Por cada sol que se invierte en subsidio de vivienda, se devuelve a la economía 21 veces, ya sea vía impuestos, demanda de servicios, demanda de productos colaterales, etc".
En cuanto a las cifras de pobreza, Gálvez explica que la vivienda puede cerrar brechas de salud, educación, entre otras, al mismo tiempo porque un desarrollo inmobiliario entrega un proyecto con luz, agua, internet, etc. A diferencia de una invasión de terrenos.
"Mira las condiciones tan disímiles que le ofreces a un niño que crece en una zona que se ha iniciado como una invasión. Son otras oportunidades para las familias", mencionó.
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