La residencia tiene un estilo de villa europea, con dos escaleras concéntricas de mármol que conducen hacia una terraza con pérgola central y una gran cúpula
La centenaria casa de la familia Rosell Ríos, construida en
el bohemio distrito limeño de Barranco, recuperó su belleza gracias al trabajo
de 62 arquitectos y decoradores, que tomaron sus ambientes para exhibirla a
partir de hoy en la exposición de diseño Casa Cor Perú 2009.
La residencia, construida en 1900, tiene un estilo de villa europea, con dos escaleras concéntricas de mármol que conducen hacia una terraza con pérgola central y una gran cúpula en el techo.
El edificio es un monumento histórico de la capital peruana, pero, como muchas casas antiguas, estuvo prácticamente abandonada ante el avance de las construcciones modernas en sus alrededores.
"Es la cuarta casa y la más antigua que hacemos en Barranco y este año contamos con 42 ambientes y 62 participantes, que podrán venir a visitar su creatividad y todo su talento durante seis semanas", dijo a Efe una de las directoras de Casa Cor, Verónica Torres de Hacker.
Un equipo de arquitectos, decoradores y paisajistas ingresó a la residencia en mayo pasado y cuatro meses después la entregó restaurada para su exposición, que será a beneficio del centro para niños con habilidades diferentes Ann Sullivan.
El principal problema en la recuperación fue precisamente la cúpula, pues estaba "totalmente destruida", indicó Hacker.
Pero lograron contactar a unos artesanos, expertos en el trabajo con yeso, "que realmente lo hicieron espectacular", apuntó.
"La hemos resucitado y estamos contribuyendo con Barranco, en cierta forma", añadió la directora, que ha conducido esta exposición durante 14 años consecutivos.
Uno de los principales objetivos de los decoradores es mantener la estructura arquitectónica de la casa y restaurar los frescos y adornos rococó adheridos a las paredes de sus salones principales y techos.
También se les pidió a los diseñadores que respetaran el medio ambiente y presenten propuestas de objetos decorativos con materiales reciclados.
Buscando ese objetivo se presentaron sofás con madera prensada, cubiertos con piel de pez o sillones armados con bloques de papel o cartón.
Uno de los ambientes trabajados fue un pasadizo en el sótano de la casa que se convirtió en una cava para vinos, en el que se utilizaron restos de madera reciclados, 3.000 corchos en desuso y 550 correas viejas de caucho.
Una de sus diseñadoras, Melissa López, explicó a Efe que usaron las correas para darle un tipo de textura suave al piso y que las maderas fueron recogidas de centros de acopio de reciclaje.
Su colega Carmen Reque indicó que los corchos están insertados entre las láminas de acrílico que forman los paneles por donde se acomodan las botellas en la cava.
El dinero que se recaude por la exhibición será destinado al Centro Ann Sullivan del Perú, que brinda educación a 400 niños y jóvenes con retardo mental, autismo y parálisis cerebral, entre otras discapacidades.
La presidenta del comité de apoyo de ese centro, Micky Miró Quesada de Romaña, declaró a Efe que este año han vendido, antes de que comience la exposición, 500 entradas para el cóctel de inauguración, por total de unos 16.666 dólares.
Las becas anuales que otorga Ann Sullivan cuestan unos 3.500 dólares y se financian con actividades como Casa Cor y un porcentaje de las ventas de las obras de artistas invitados a esta feria.
La XIV Exposición Peruana de Decoración y Diseño, Casa Cor Perú 2009, abierta hasta el 1 de noviembre, incluye una serie de conferencias de especialistas en diseño y la premiación para los mejores ambientes presentados.
EFE
La residencia, construida en 1900, tiene un estilo de villa europea, con dos escaleras concéntricas de mármol que conducen hacia una terraza con pérgola central y una gran cúpula en el techo.
El edificio es un monumento histórico de la capital peruana, pero, como muchas casas antiguas, estuvo prácticamente abandonada ante el avance de las construcciones modernas en sus alrededores.
"Es la cuarta casa y la más antigua que hacemos en Barranco y este año contamos con 42 ambientes y 62 participantes, que podrán venir a visitar su creatividad y todo su talento durante seis semanas", dijo a Efe una de las directoras de Casa Cor, Verónica Torres de Hacker.
Un equipo de arquitectos, decoradores y paisajistas ingresó a la residencia en mayo pasado y cuatro meses después la entregó restaurada para su exposición, que será a beneficio del centro para niños con habilidades diferentes Ann Sullivan.
El principal problema en la recuperación fue precisamente la cúpula, pues estaba "totalmente destruida", indicó Hacker.
Pero lograron contactar a unos artesanos, expertos en el trabajo con yeso, "que realmente lo hicieron espectacular", apuntó.
"La hemos resucitado y estamos contribuyendo con Barranco, en cierta forma", añadió la directora, que ha conducido esta exposición durante 14 años consecutivos.
Uno de los principales objetivos de los decoradores es mantener la estructura arquitectónica de la casa y restaurar los frescos y adornos rococó adheridos a las paredes de sus salones principales y techos.
También se les pidió a los diseñadores que respetaran el medio ambiente y presenten propuestas de objetos decorativos con materiales reciclados.
Buscando ese objetivo se presentaron sofás con madera prensada, cubiertos con piel de pez o sillones armados con bloques de papel o cartón.
Uno de los ambientes trabajados fue un pasadizo en el sótano de la casa que se convirtió en una cava para vinos, en el que se utilizaron restos de madera reciclados, 3.000 corchos en desuso y 550 correas viejas de caucho.
Una de sus diseñadoras, Melissa López, explicó a Efe que usaron las correas para darle un tipo de textura suave al piso y que las maderas fueron recogidas de centros de acopio de reciclaje.
Su colega Carmen Reque indicó que los corchos están insertados entre las láminas de acrílico que forman los paneles por donde se acomodan las botellas en la cava.
El dinero que se recaude por la exhibición será destinado al Centro Ann Sullivan del Perú, que brinda educación a 400 niños y jóvenes con retardo mental, autismo y parálisis cerebral, entre otras discapacidades.
La presidenta del comité de apoyo de ese centro, Micky Miró Quesada de Romaña, declaró a Efe que este año han vendido, antes de que comience la exposición, 500 entradas para el cóctel de inauguración, por total de unos 16.666 dólares.
Las becas anuales que otorga Ann Sullivan cuestan unos 3.500 dólares y se financian con actividades como Casa Cor y un porcentaje de las ventas de las obras de artistas invitados a esta feria.
La XIV Exposición Peruana de Decoración y Diseño, Casa Cor Perú 2009, abierta hasta el 1 de noviembre, incluye una serie de conferencias de especialistas en diseño y la premiación para los mejores ambientes presentados.
EFE
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