El fiscal del condado de Los Angeles, Steve Cooley, aseguró que su oficina volverá a intentar la extradición de Polanski si el cineasta es detenido en otro país.
El fiscal del condado de Los Ángeles, Steve Cooley, aseguró en un comunicado que su oficina volverá a intentar la extradición de Roman Polanski si el cineasta es detenido en otro país de nuevo.
Cooley contestó así a la decisión anunciada hoy por las autoridades suizas de dejar en libertad al director de "The Pianist" (2002), desoyendo la petición de la justicia estadounidense con la que Polanski tiene una cuenta pendiente desde hace más de 30 años.
"Estoy profundamente decepcionado por el hecho de que las autoridades suizas denegaran la solicitud de extraditar a Roman Polanski", comentó Cooley, quien afirmó que su oficina llevará nuevamente la extradición del director ante el Departamento de Justicia "si lo arrestan en una jurisdicción que coopere".
La ministra de Justicia de la Confederación Helvética, Eveline Widmer-Schlumpf, anunció hoy que Polanski no iba a ser entregado a EE.UU., después de casi un año de arresto domiciliario en Suiza.
El Gobierno del país alpino alegó que las autoridades de EE.UU. no entregaron toda la documentación requerida para completar el trámite y que sabían que durante los últimos años ha sido habitual la presencia de Polanski en Suiza, donde el cineasta tiene una casa de vacaciones, y nunca habían hecho nada al respecto.
"Nuestra oficina cumplió totalmente con todos las pruebas y requisitos legales del tratado de extradición que hay entre EE.UU. y los departamentos de Justicia y Estado suizos", sentenció Cooley.
El caso Polanski se encuentra pendiente en el distrito de Los Ángeles desde que el cineasta huyó a Francia en 1978 ante el temor de que fuera a ir a la cárcel después de admitir que había mantenido relaciones sexuales con una menor un año antes.
El director fue llevado a juicio bajo cargos de violación y pasó 42 días en una prisión bajo supervisión psiquiátrica, después quedó en libertad condicional, momento que aprovechó para buscar asilo en Francia, desde donde no puede ser extraditado.
El pasado mes de septiembre viajó a Suiza, donde se aplicó la orden de detención internacional emitida por EE.UU. y donde permaneció bajo arresto domiciliario mientras las autoridades helvéticas decidían cómo proceder.
La negativa suiza fue un jarro de agua fría para la fiscalía de Los Ángeles y fue acogida también con desagrado por el Gobierno de EE.UU.
"Estamos decepcionados", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su rueda de prensa diaria, durante la que aseguró que EE.UU. considera que "la violación de una niña de 13 años por un adulto es un delito" y por ello seguirá buscando "que se haga justicia en este caso".
Los abogados del director trataron numerosas veces durante los últimos meses de que la Corte Superior del condado de Los Ángeles desestimara el caso contra su cliente, como también reclamó la víctima, Samantha Geimer, ahora casada y con hijos.
Geimer, que en 1997 perdonó públicamente a Polanski, ya había pedido en enero del año pasado que se cerrara la causa contra el director.
En 1993, Polanski y Geimer llegaron a un acuerdo extrajudicial por el que, según la prensa estadounidense, el director acordó pagarle una indemnización de al menos medio millón de dólares.
La defensa del cineasta también alegó fallos procesales en este caso y señaló como prueba el documental "Roman Polanski: Wanted and Desired" (2008), donde a su juicio queda en evidencia la falta de profesionalidad de los responsables de la administración de la justicia en EE.UU.
EFE
Cooley contestó así a la decisión anunciada hoy por las autoridades suizas de dejar en libertad al director de "The Pianist" (2002), desoyendo la petición de la justicia estadounidense con la que Polanski tiene una cuenta pendiente desde hace más de 30 años.
"Estoy profundamente decepcionado por el hecho de que las autoridades suizas denegaran la solicitud de extraditar a Roman Polanski", comentó Cooley, quien afirmó que su oficina llevará nuevamente la extradición del director ante el Departamento de Justicia "si lo arrestan en una jurisdicción que coopere".
La ministra de Justicia de la Confederación Helvética, Eveline Widmer-Schlumpf, anunció hoy que Polanski no iba a ser entregado a EE.UU., después de casi un año de arresto domiciliario en Suiza.
El Gobierno del país alpino alegó que las autoridades de EE.UU. no entregaron toda la documentación requerida para completar el trámite y que sabían que durante los últimos años ha sido habitual la presencia de Polanski en Suiza, donde el cineasta tiene una casa de vacaciones, y nunca habían hecho nada al respecto.
"Nuestra oficina cumplió totalmente con todos las pruebas y requisitos legales del tratado de extradición que hay entre EE.UU. y los departamentos de Justicia y Estado suizos", sentenció Cooley.
El caso Polanski se encuentra pendiente en el distrito de Los Ángeles desde que el cineasta huyó a Francia en 1978 ante el temor de que fuera a ir a la cárcel después de admitir que había mantenido relaciones sexuales con una menor un año antes.
El director fue llevado a juicio bajo cargos de violación y pasó 42 días en una prisión bajo supervisión psiquiátrica, después quedó en libertad condicional, momento que aprovechó para buscar asilo en Francia, desde donde no puede ser extraditado.
El pasado mes de septiembre viajó a Suiza, donde se aplicó la orden de detención internacional emitida por EE.UU. y donde permaneció bajo arresto domiciliario mientras las autoridades helvéticas decidían cómo proceder.
La negativa suiza fue un jarro de agua fría para la fiscalía de Los Ángeles y fue acogida también con desagrado por el Gobierno de EE.UU.
"Estamos decepcionados", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su rueda de prensa diaria, durante la que aseguró que EE.UU. considera que "la violación de una niña de 13 años por un adulto es un delito" y por ello seguirá buscando "que se haga justicia en este caso".
Los abogados del director trataron numerosas veces durante los últimos meses de que la Corte Superior del condado de Los Ángeles desestimara el caso contra su cliente, como también reclamó la víctima, Samantha Geimer, ahora casada y con hijos.
Geimer, que en 1997 perdonó públicamente a Polanski, ya había pedido en enero del año pasado que se cerrara la causa contra el director.
En 1993, Polanski y Geimer llegaron a un acuerdo extrajudicial por el que, según la prensa estadounidense, el director acordó pagarle una indemnización de al menos medio millón de dólares.
La defensa del cineasta también alegó fallos procesales en este caso y señaló como prueba el documental "Roman Polanski: Wanted and Desired" (2008), donde a su juicio queda en evidencia la falta de profesionalidad de los responsables de la administración de la justicia en EE.UU.
EFE
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