Y asegura que está muy lejos de dejarla.
David Beckham tiene más de cuarenta tatuajes repartidos por todo el cuerpo y piensa seguir ampliando su colección ahora que su mujer, Victoria Beckham, ha renunciado a intentar acabar con su adicción a la tinta.
“Los tatuajes son mi manera de expresar mis sentimientos más profundos sobre las cosas que me importan y las personas a las que quiero. ¿Si he acabado de hacerme tatuajes? Creo que no. Creo que Victoria ya ha tirado la toalla y ya no me dice que pare. Se ha acostumbrado. Antes solía decirme: ‘¿De verdad tienes que hacerte otro?’. Pero ahora se ha dado cuenta de que me hacen feliz”, confiesa en una entrevista a la revista GQ.
Beckham es uno de los grandes iconos masculinos de estilo gracias a su elegancia y a su buen gusto en cuestiones de moda, por la que comenzó a interesarse siendo muy pequeño.
“Cuando era un niño de siete u ocho años ya me gustaba llevar buenos zapatos. Me encantaba ponerme un traje elegante que me había comprado mi madre o mi padre. No tenían que ser cosas caras, pero me gustaba vestir bien. Me gustaba tener un aspecto elegante. Más adelante comenzaron a gustarme los coches buenos. Por suerte fui capaz de comprármelos siendo bastante joven. Cada centavo que he ganado lo he invertido en cosas bonitas”, reconoce.
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