Debió enfrentarse al acoso de los matones en cada uno de los diez colegios en los que estudió.
Edgar Ramírez pasó gran parte de su infancia viajando de país en país debido al trabajo de su padre, militar de profesión, una circunstancia que le permitió conocer otras culturas y aprender cinco idiomas -alemán, inglés, francés e italiano, además de su español natal-, pero que también le obligó a enfrentarse al rechazo de sus compañeros y al acoso de los 'matones de escuela' en cada uno de los más de diez colegios a los que acudió.
"Siempre le plantaba cara a los abusones, no estaba dispuesto a soportar mi**da de nadie. Mi padre era militar, así que teníamos que viajar mucho. Viví lo que era enfrentarse al primer día en una nueva escuela unas 13 ó 15 veces. Y desgraciadamente hay acoso escolar en todas las culturas, tenía que lidiar con ellos en todos los lugares a los que íbamos. Yo sabía cómo defenderme, pero no sabía pelear", revela el intérprete venezolano en una entrevista a la revista Esquire.
Puede que de pequeño no supiera cómo desenvolverse en una pelea, pero ahora Édgar se ha convertido en un experto gracias al duro entrenamiento al que se sometió antes de rodar la película 'Hands of Stone', sobre la vida del luchador panameño Roberto “Mano de piedra” Durán.
"Suena raro que yo lo diga, pero mis entrenadores estaban muy satisfechos conmigo. A ellos no les importaba que fuera actor, no sabían quién era. Me trataron como a cualquier otro boxeador. Sabían que la película era un homenaje a un héroe nacional panameño como es Roberto Durán, y querían que yo hiciera mi parte bien. Cada vez que hacía algo mal me lo decían. A veces me enviaban a casa, pero al final estaban muy contentos conmigo", aseguró.
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