La cantante Jessica Simpson decidió ser un libro abierto y contarlo todo en sus memorias "Open Book". Allí recordó un episodio de abuso sexual en su niñez así como sus problemas con el alcohol.
Así como hizo recientemente Demi Moore, la cantante Jessica Simpson decidió exorcizar sus demonios a través de un libro de memorias. Detrás de su brillante sonrisa, se escondía una vida personal cargada por el trauma del abuso sexual así como problemas con el alcohol y las pastillas.
La artista, de 39 años, reapareció para contar estos episodios a través de la publicación "Open Book", que acaba de llegar a las librerías de EE. UU.
Jessica Simpson brindó un desgarrador relato sobre su infancia: a los 6 años sufrió abusos sexuales por parte de la hija de unos amigos de sus padres. No le contó a sus padres hasta los 12 años, pero ellos prefirieron no volver a mencionar el tema. Ella considera que todas esas emociones contenidas la llevaron a la adicción del alcohol y las pastillas.
"La sensación de estar sola y asustada en medio de la oscuridad me había acompañado desde que abusaron de mi cuando era una niña", explicó.
CONFIAR EN EL ALCOHOL Y ENMASCARAR LOS NERVIOS
Este trauma no fue el único problema que la llevó a abusar de las sustancias. Tras su matrimonio fallido con Nick Lachey, que terminó en el 2005, comenzó una relación (al parecer tóxica) con el también cantante John Mayer, expareja de Taylor Swift y Katy Perry. "Una y otra vez, él me decía que estaba obsesionado conmigo, sexual y emocionalmente", contó.
Jessica Simpson admitió haberse sentido intimidada e insegura debido a su personalidad: "Mi ansiedad aumentó y solía beber trago tras trago. Ahí comencé a confiar en el alcohol para enmascarar mis nervios".
Después de esta relación, conoció a su actual esposo y padre de sus tres hijos, Eric Johnson, pero seguía consumiendo y se estaba "matando con toda la bebida y las pastillas". La cantante aseguró que tocó fondo durante una fiesta de Halloween, del 2017, cuando se dio cuenta de que no estaba en condiciones de ayudar a alistarse a sus hijos Maxwell, Birdie y Ace. En esa época, incluso llegaba borracha a las reuniones escolares de sus hijos.
LA RECUPERACIÓN
"Me escondí hasta que se fueron y después bebí", comentó. Entonces, se dio cuenta de que necesitaba ayuda y les prometió a sus familiares y amigos que dejaba el alcohol. Fue a terapia dos veces por semana y, hasta hoy, sigue sobria.
Al respecto, Jessica Simpson mencionó: "Cuando finalmente dije que necesitaba ayuda, encontré la dirección y eso fue caminar hacia adelante sin miedo. Con eso, me permití sentir los traumas por los que había pasado".
"Ha sido un viaje emocional largo y profundo. Utilicé mi dolor y lo convertí en algo que puede ser hermoso y, con suerte, inspirador para las personas. No hay mejor regalo que estar sobria. No hay mejor regalo que pueda darle a mis hijos, no hay mejor regalo que pueda darle a mi marido. Más importante aún, no hay mejor regalo que pueda darme", agregó la artista que está lanzando seis nuevas canciones para acompañar sus memorias.
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