El actor estadounidense afirmó que, aunque interprete a asesinos o psicópatas en la ficción, a la persona que desearía desaparecer es a él mismo.
John Malkovich declaró que aunque interprete a asesinos en serie o psicópatas, al único al que a veces quiere matar es a sí mismo.
Durante una rueda de prensa, Malkovich se mostró convencido de que existe un gran interés en la sociedad por conocer por qué hay personas que "no solo disfrutan, sino que necesitan sentir el poder de la vida y la muerte sobre otros seres humanos".
En este sentido, precisó que la producción teatral "The infernal comedy" basada en la historia real del homicida austríaco Jack Unterweger (1950-1994), es un intento más por entender y retratar el impacto que las acciones de estas personas tienen en su entorno.
Malkovich se meterá en la piel de este "notorio mujeriego, aclamado poeta, célebre autor y periodista, asesino convicto", que fue encarcelado por primera vez en 1974 tras estrangular a una joven de 18 años.
En prisión empezó a escribir y sus textos, especialmente su autobiografía y poemas, tuvieron buena acogida entre los intelectuales de lengua germana, que lanzaron una campaña a favor de su excarcelación.
El director de escena, Michael Sturminger, relató que Unterweger, tras su salida de la cárcel en 1990, fue considerado sospechoso de haber asesinado a varias prostitutas y declarado culpable por once casos de homicidio, tras lo cual se suicidó.
La obra lírico-teatral, que se estrenará en la capital mexicana el próximo jueves y que está dirigida por el actor Diego Luna, ha sido adaptada para el acompañamiento de una orquesta barroca que interpretará obras de Beethoven, Haydn y Mozart, y dos sopranos.
"Ya estaba familiarizado con la obra, así que eso no fue problema. El mayor reto fue trabajar con tanta gente, no porque no sean buenos, sino porque había que integrar la parte verbal y musical", señaló el actor estadounidense.
Tras admitir que desconoce en qué consiste el "lado oscuro de las personas" a pesar de que lleva muchos años interpretando a psicópatas y asesinos en serie, Malkovich afirmó que "la mayoría de la gente es capaz de hacer cualquier cosa en situaciones difíciles".
Sin embargo, aclaró que no se sentiría cómodo fuera de los escenarios ejerciendo de "árbitro" y decidiendo quién debe vivir o morir: "No hay nadie a quien quiera matar, al único al que a veces quiero matar es a mí mismo, pero se me pasa rápido", bromeó.
El actor aseguró sentirse "muy contento" por estar en México, un país en el que hay un "público muy inteligente, hambriento de cosas nuevas" y donde admitió haber conocido a artistas y escritores con quienes quisiera volver a trabajar.
Entre ellos, destacó el trabajo del actor y director Diego Luna (Ciudad de México, 1979), quien lleva la batuta en esta obra y a quien consideró un profesional del sector "muy talentoso".
Habló del alto coste que tiene mantener un espectáculo como este, por el elevado número de personas que intervienen en él, pues solo la orquesta la componen 32 músicos, pero aseguró que no le importaría si no le pagaran porque no hace teatro por dinero.
Malkovich hizo hincapié en que su principal obligación con la sociedad es "intentar hacer las cosas lo mejor posible y para ello utilizar todas sus habilidades como actor".
EFE
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