Bruno Pinasco conversó con Fernando Díaz en La tacita de café. A 25 años de Cinescape, con un nuevo libro en camino y planes de adaptación audiovisual, el conductor demuestra que sigue reinventándose.
Bruno Pinasco visitó el podcast La tacita de café, conducido por Fernando Díaz en Radio Felicidad, para conversar sobre su trayectoria, su faceta como escritor y las anécdotas que ha acumulado a lo largo de más de dos décadas en la televisión.
Con su característico buen humor, el conductor de Cinescape recordó los momentos más difíciles de su carrera, habló de su “eterna juventud” —tema recurrente en redes sociales— y adelantó lo que prepara con la trilogía de T-shop, su saga literaria.
El eterno Peter Pan
Acostumbrado a recibir comentarios sobre su apariencia juvenil, Bruno toma el asunto con humor: “El eterno Peter Pan. No me incomoda, me da risa. Es curioso que eso sea lo que más resalte. A veces subo una entrevista que me parece chévere y el 80% de los comentarios son: ‘Ay, no envejece’. Yo pienso: también pueden comentar de mi chamba, si quieren. Pero bueno, me río nomás”.
Y aunque muchos suponen que su secreto está en rutinas extremas, él lo desmiente con ironía: “Me cuido normal, nada muy fuera de lo común. No uso la sustancia, como muchos piensan”, bromea en una clara —y divertida— referencia a la película protagonizada por Demi Moore.
25 años de Cinescape: ¿cierre o reinvención?
Lo que comenzó como un proyecto televisivo pequeño hoy celebra un cuarto de siglo en pantalla. Pinasco confesó que en el décimo aniversario pensó en ponerle punto final, pero su equipo lo convenció de seguir: “Todos me miraban como diciendo: ‘¿Vas a dejarnos sin chamba? ¿Estás loco?’”.
Ahora, el panorama es distinto. “Este año volvimos a evaluar. Los ciclos culturales suelen medirse en 25 años, así que conversamos con el equipo. América Televisión nos da carta libre para crear un nuevo formato o llevar el programa hacia otro lado”.
Las entrevistas que marcaron a Bruno
A lo largo de su carrera, Bruno Pinasco ha conversado con algunas de las mayores estrellas de Hollywood. No todas las experiencias fueron agradables.
Recordó, por ejemplo, su encuentro con un joven Tom Hardy durante la promoción de Star Trek: Nemesis (2002): “No te miraba, resoplaba, contestaba malazo. Su actitud era tan complicada que hasta Patrick Stewart se peleó con él en el rodaje. Después, empezó a tomarse en serio, a ser más profesional y se volvió el actor querido. Me dio risa porque Patrick comentó lo mismo que yo sentí”.
Sobre entrevistas difíciles, confesó que lo peor es encontrarse con actores cansados o parcos. Esto le pasó cuando, por error, entró al cuarto donde Alan Rickman descansaba antes de una entrevista: “Me miró con cara de ‘los odio a todos’, con una mirada fulminante”. Pero también tiene recuerdos entrañables. Minutos después, se cruzó con Emma Thompson y el contraste fue total: “Entraba saludando a todos. Era un sol, parecía el sol de los Teletubbies”.
Su faceta como escritor
Con Tea Shop, Bruno dio el salto a la literatura. La saga, que combina romance juvenil con la lucha entre lo clásico y lo moderno, se prepara para su tercer libro, que pondrá fin a la trilogía. La historia gira en torno a una tienda de té en un boulevard limeño que se enfrenta a una poderosa corporación internacional. En medio del conflicto, nace un romance inesperado entre el nieto de la dueña y el hijo del empresario que quiere arrasar con todo.
“Yo estoy en todos lados”, bromea Bruno. “Todos mis amigos y mi familia me han dicho: ‘Tú estás en todas las páginas’”. El conductor sueña con ver su creación en la pantalla: “Me gustaría que sea primero en una plataforma internacional, algo grande. Una serie, más que una película, para contar la historia con detalle. Está en mi mente todos los días”.
¿Qué le espera a Bruno Pinasco?
A sus 50 años, Bruno Pinasco se muestra en paz con sus decisiones: “El tren de los hijos ya pasó. No quiero ser papá abuelo. Mi profesión me apasiona tanto... tener un hijo definitivamente cambia tu vida por completo. Todo bien con la gente que quiere hacerlo... No tengo la presión por la vida soñada de pareja. ¿Quién me aguanta ahora, pues?”.
Aunque admite que nunca pudo entrevistar a su gran ídolo, Jack Nicholson —“es mi favorito de siempre, se me pasó”—, asegura que no vive pendiente de la opinión ajena: “Lo último que debes hacer es darle espacio en tu mente a lo que digan los demás. Nunca vas a hacer nada si vives pensando en eso”.