El representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Italia considera que el duelo entre Atalanta y Valencia fue el principal foco de contagio entre los hinchas.
Las consecuencias dramáticas del brote del coronavirus en Italia aumentan los remordimientos entre el mundo político y deportivo italiano por la disputa del partido de Champions League el pasado 19 de febrero entre Atalanta y Valencia, que reunió a 45.000 espectadores, entre ellos más de 2.000 valencianistas, en el estadio San Siro milanés.
El que parecía un día glorioso en la historia del Atalanta, que goleó 4-1 al Valencia y encarriló su clasificación a los cuartos de final de la Copa de Europa, se convirtió en un elemento de trascendental importancia en la difusión del coronavirus en Italia y en España.
Es lo que creen firmemente el capitán del Atalanta, el argentino Alejandro "Papu" Gómez, el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, o el representante italiano de la Organización Mundial de Sanidad (OMS), Walter Ricciardi.
Cinco semanas después de ese encuentro europeo, disputado en un momento en el que aún se desconocía la presencia de casos de coronavirus en el norte de Italia y apenas había dos personas chinas contagiadas en Roma, ya en cuarentena, el país transalpino ya ha registrado más de 8.000 muertos y más de 70.000 enfermos. En España son ya más de 4.000 los muertos y más de 56.000 los contagiados.
"Creo que los números enormes que está registrando la ciudad (Bérgamo, uno de los principales focos del virus en Italia) también están causados por el Atalanta-Valencia. En San Siro había 45.000 personas. Mi mujer ese día tardó tres horas para llegar de Bérgamo a Milán, y normalmente tardas 40 minutos", afirmó Gómez en una reciente entrevista.
"Y cuando fuimos a Valencia todos estaban relajados, no había controles. Ahora España es el segundo país con más infectados", prosiguió.
El Atalanta, en el que solo se confirmó un positivo, el portero Marco Sportiello, visitó al Valencia en Mestalla a puerta cerrada el 10 de marzo, cuando sentenció la eliminatoria con un 4-3 y póquer del esloveno Josip Ilicic.
Ese día, pese a que no hubiera afición en el coliseo valencianista, miles de hinchas se reunieron fuera de las puertas de Mestalla para intentar animar al equipo. Un gesto de amor hacia el club que, sin embargo, aumentó notablemente el riesgo de contagio.
También el alcalde de Bérgamo, Gori, destacó que el partido de ida entre Atalanta y Valencia pudo tener un papel importante en la difusión del virus.
"En ese momento no sabíamos lo que estaba pasando. El primer paciente en Italia se registró el 23 de febrero. Si el virus ya estaba en la ciudad, los más de 40.000 espectadores que fueron a San Siro podían estar infectados", dijo recientemente el alcalde.
"El partido no fue el único factor, también hubo una chispa en el hospital de Alzano Lombardo, en el que un paciente con neumonía no considerada coronavirus contagió a médicos, pacientes y enfermeros:, agregó.
Una reflexión confirmada por Walter Ricciardi, representante de la OMS en Italia, en una entrevista a la televisión italiana "Rai News 24".
"Creo que el partido del 19 de febrero, Atalanta-Valencia, ha tenido un papel importante. Un tercio de la población de Bérgamo se reunió en San Siro y luego salió a celebrar. No es casualidad que Bérgamo sea uno de los principales focos", dijo.
"Y tampoco es casualidad que los ciudadanos españoles que viajaron a Milán hayan transmitido el virus en su país", concluyó.
(Con información de EFE)
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