Ganador del Apertura y del Clausura, líder de la tabla acumulada, invencible en el Monumental y solvente en defensa, los registros de Fabián Bustos para conducir a Universitario al bicampeonato en la Liga 1.
Llegar a un equipo campeón no hace más sencillo el trabajo para un director técnico. La exigencia es no hacer menos que la temporada anterior y ello solo significa conseguir el título una vez más. Si esa ya es una mochila pesada, la carga se incrementa al considerarse el contexto histórico para una institución como Universitario de Deportes: el año del centenario.
Fabián Bustos fue el elegido por la directiva de la ‘U’, pero el proyecto de los cien años ya había comenzado con Jorge Fossati y la conformación de una plantilla que estructuró según su visión. A Bustos, solo con el consejo de su hermano tras pasar por el fútbol peruano, le quedó realizar una sola contratación.
En Universitario había coincidencia en que el objetivo principal estaba puesto en la parte final del curso, aunque la etapa clave resultaba ser el primer tramo, que era transitar por el Torneo Apertura cuando en simultáneo se desarrollaba una fase de grupos de Copa Libertadores que es trituradora para los clubes peruanos.
La ‘U’ fue último de su grupo, pero le ganó en la Copa al campeón de la Sudamericana, peleó hasta la última fecha por seguir en competencia internacional y le tocó encontrarse con un Botafogo finalista de Libertadores y líder del Brasileirao.
A este torneo sobrevivió Bustos conduciendo a los cremas a ganar el Apertura al límite, apenas por un gol de diferencia. En la Liga 1 su equipo funcionó, acaso la respuesta a esto es que hizo a un lado imponer dogmas de juego al verse con un elenco que sostenía su funcionamiento. Mientras se esperaba el momento en que golpee la mesa para establecer sus parámetros (sistema de juego), fue adaptándose y comprendiendo más a su elenco.
Sostener lo que recibió, y potenciarlo. Universitario fue un equipo de respuestas en defensa y con Bustos promedió menos goles concedidos que con Fossati. El costado derecho siguió siendo la zona de progresión ofensiva, a partir de un Andy Polo excelso durante el Apertura y el crecimiento que fue dando Martín Pérez Guedes. El todoterreno del 2023 le agregó una cuota crucial de goles, siendo el segundo máximo anotador merengue en el año.
La temporada le puso al técnico frente a sí momentos de situaciones para nada sencillas. Christofer Gonzales, considerado el fichaje estelar en el centenario, no logró afianzarse en el once y fue relegado cuando no ofrecía respuestas. Diego Dorregaray, el ‘9’ extranjero por el que apostó la directiva, fue una alternativa antes que una primera opción. Segundo Portocarrero, por quien el entrenador se jugó su carta del extranjero, tampoco cerró una campaña redonda y pasó a alternar minutos con Nelson Cabanillas.
El Universitario de Fabián Bustos fue el mejor equipo de la Liga 1 2024 sin objeción. Derrotó a todos sus rivales en el Monumental e impuso récord, ganó el Apertura, ganó el Clausura y lideró la tabla acumulada. Fue el equipo menos batido y en Lima solo cayó una vez.
Sobre el juego, el de Bustos fue el elenco que expresó de forma más efectiva su plan: sólidos atrás, mediocampo de vértigo, profundidad por las bandas. Sin una figura sobresaliente, el plantel dio respuestas en conjunto.
Fabián Bustos, de temperamento particular frente a las decisiones arbitrales, lució con aplomo a lo largo del curso para conducir a Universitario a una estrella que será entre las más brillantes de sus cien años de historia.
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