Venezuela afronta una de las crisis económicas más graves en la actualidad. Esto ha calado en su fútbol profesional que ha ocasionado la protesta de 32 árbitros que han dejado de pitar tras no recibir sus salarios.
El fútbol profesional de Venezuela no escapa a la severa crisis económica que vive el país caribeño, y ejemplo de ello son las condiciones de trabajo de los árbitros, quienes no reciben sus honorarios profesionales desde hace más de dos meses.
Al menos 32 árbitros profesionales del estado Táchira (oeste) no pitaron los partidos correspondientes a la undécima jornada en reclamo por los impagos que ocurren desde la tercera jornada del Torneo Clausura, disputada entre el 4 y 5 de julio pasado.
En consecuencia, fueron asignados otros colegiados, y los 32 en protesta fueron inhabilitados por la Asociación Táchirense de Fútbol (ATF), una dependencia de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).
El adjunto a la presidencia de la comisión de árbitros del estado Táchira, Carlos Zamudia, explicó a Efe que "están cansados de financiar el fútbol nacional", pues son los propios profesionales quienes cubren los gastos de traslado a cada partido.
Otro árbitro, que solicitó no revelar su identidad, detalló que tienen que "ingeniárselas" para costear sus traslados de una ciudad a otra para cada partido.
"Tenemos que pedir dinero prestado, comprar efectivo, pedir colas (...) los viáticos no varían a pesar de la distancia que recorras para trasladarte a la ciudad del juego", dijo a Efe.
Los honorarios, explica, ascienden a 4.200 bolívares (67,8 dólares), pero "el problema es que pasas uno y dos meses sin cobrar (...), designan juegos y se acumulan las deudas. Mientras tanto, el árbitro se las sigue ingeniando para cumplir en cada jornada", sentenció.
Este mismo árbitro fue víctima de un robo a bordo de una unidad de transporte público, en la que fue despojado de toda su indumentaria: zapatos casuales y deportivos, tacos de fútbol, uniformes, silbatos y otras pertenencias.
Zamudia hizo un llamado al presidente de la ATF, Jairo Ramírez, para que haya un "punto de reflexión", y aseguró que los reclamos son "justos".
El fútbol venezolano, que aspira coronar en Catar 2022 su primera participación mundialista, también enfrenta otros problemas, como la violencia generalizada que sacude al país. Las vicisitudes de la crisis que atraviesa el país también salen del terreno de juego.
EFE
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