No tenía nada más por demostrar en su carrera, pero Lionel Messi quiso darle la alegría a Argentina de ser campeón del mundo por tercera vez en su historia en Qatar 2022.
Lionel Messi resiste análisis. Esa es la información, la opinión, esa es la verdad.
Argentina pasó de ser Messi y diez más en Rusia, a convertirse en una selección de gran rendimiento colectivo más Lionel, un largo camino que se forjó precisamente desde esa caída en octavos ante Francia donde Scaloni estaba sentado al lado de Jorge Sampaoli, lejos de los reflectores y principales críticas por el nivel exhibido. El banquillo albiceleste fue un reto que muchos estrategas evitaron asumir, excepto él. Cuatro años después, se convirtieron en la ‘Scaloneta’ y tocaron la gloria en Qatar 2022.
Argentina arribó a Qatar con una propuesta sólida, 36 partidos consecutivos sin derrotas que permitían dudas para considerarla candidata. En el fútbol nunca es bueno perder, pero si necesariamente tenía que pasar por esa experiencia para llegar a la cima, ello solo podía darse en el primer encuentro. Derrota y perplejidad en el debut contra Arabia Saudita, desbordados por querer ganar y erráticos. El contexto asomaba a ser el mismo contra México, pero apareció Lionel Messi.
La campaña de Argentina no es sencilla resumirla, pues se alimentó de diversos factores. El impacto Enzo Fernández – Alexis Mac Allister como titulares, el lugar reclamado por Julián Álvarez como el ‘9’, la dupla Otamendi – Romero, la recomposición del motor Rodrigo De Paul, la resistencia de ‘Dibu’ Martínez al límite y la lectura táctica de Lionel Scaloni frente a cada escenario para contar con estrategias distintas y efectivas. Cada juego posterior a los árabes representó obligaciones nuevas, pero en todas estuvo el elemento Messi.
El dato es demoledor. De siete cotejos disputados en los mundiales, Leo Messi fue elegido el ‘MVP’ (mejor jugador del partido) en cinco oportunidades. Hubiera obtenido seis de siete distinciones, pero el capitán albiceleste consideró que en el choque con Polonia debía ir el trofeo para Mac Allister.
Se puede tener un Mundial perfecto, pero con 35 años resulta tal vez inimaginable. Fueron 7 partidos, 7 goles, 3 asistencias, 5 premios ‘MVP’, segundo máximo anotador en Qatar 2022, líder en asistencias. Su rendimiento le llevó a marcar y brindar pases de gol en fase de grupos. ¿Nunca lo había hecho para Argentina en las rondas eliminatorias? Convirtió en octavos, gol y asistencia en cuartos, repitió ello en semifinales para después, en la final, firmar un doblete. Infalible también en la definición de tanda de penales por cuartos y final.
En Qatar 2022 confirmó el paso del tiempo de su carrera: de ser fenómeno del desborde, transformarse en un goleador descomunal a establecerse como un mediocampista inigualable, todavía con una cuota de anotaciones por lo alto. Jugar, hacer jugar y desbaratar al rival. El futbolista con más faltas recibidas de todo el torneo y líder en regates exitosos.
La Copa del Mundo, que rozó hace ocho años en la final de Brasil, llegó por fin a sus manos, con la victoria ante Francia por penales, para alivio no solo suyo, sino de un ejército de millones que hizo propia la causa de ver en lo más alto del balompié mundial al rosarino.
¿Cómo jugó en la final? El Lionel de todos los momentos y el que poco vimos. Partiendo como extremo derecho en el inesperado 1-4-3-3 de Scaloni para realizar su conducción diagonal. Presión coordinada con Álvarez y De Paul. Sí, defendiendo sin la pelota. Intratable en la definición y también aquella figura que le brinda fluidez al juego asociativo y dinámico de Argentina.
No necesitaba demostrar algo más en su carrera, pero quiso hacerlo. Premio por la constancia, de que siempre hay tiempo para alcanzar los sueños. Lionel Messi eligió no bajar los brazos y completó la vitrina. ¿Es el mejor futbolista de la historia? Las comparaciones serán odiosas hasta la eternidad, aunque lo cierto es que cada vez son menos las discusiones.
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