Nadie quería llegar a los penales, pero no puedes no contemplar esa posibilidad, sin preparar algo acorde a lo que está en juego.
“Sí, eso pasó. Lo habíamos hablado. Si alguien veía algo así (una hoja con apuntes), lo íbamos a tirar. Era matar o morir”, esas fueron las declaraciones del arquero australiano Andrew Redmayne al ser consultado por el episodio donde se le vio arrojando detrás del panel publicitario la botella del guardameta peruano Pedro Gallese en la definición por penales.
Lo tenían todo preparado. Desde cómo querían que se dé el trámite del partido, la instancia a donde querían llevar la definición y la estrategia para ganarlo en los penales. Incluso, el DT australiano lo dijo en conferencia, lamentablemente, no le prestamos atención.
Los penales siempre fueron penales. Muy pocas cosas han cambiado en este tipo de definiciones, sin embargo, a diferencia de otros tiempos, hay herramientas que te permiten prepararte mejor y disminuir el margen de error. El desconocimiento te puede llevar a la “fatalidad” o a quedarte sin mundial.
En la trasmisión, solo tardó un par de minutos obtener información sobre Redmayne y su manera peculiar de encarar los penales. Sin embargo, no fue solo baile, el golero oceánico fue el maestro de una ceremonia que no solo tenía que ver con “bailar” en la línea de gol previo a un disparo de su rival, sino con otros detalles.
Otra vez esa bendita palabra. La coordinación entre Arnold y Redmayne estaba hecha. El arquero veía como se cumplía todo lo que le había dicho su técnico y llegado su momento, no podía fallar. Más aun habiendo estudiado a los posibles rematadores peruanos. Con Lapadula, Advincula y Tapia fue cruzado. Cuando fue el turno de Callens se quedó parado esperando el remate al medio ¿Casualidad? Claro, que no.
Pero eso no es todo. Encaró a los penaleros peruanos, protegió a sus compañeros cuando Gallese los esperaba cerca al punto de ejecución y cuando se emparejó todo, se fue a una esquina a retardar todo. Puede que Redmayne no sea un experto en atajar penales, pero si lo es en todo lo que concierne a una definición de este tipo.
La conversación de Penny con Carrillo días después de la eliminación es reveladora. No hubo conocimiento de Redmayne. Nadie quería llegar a los penales, pero no puedes no contemplar esa posibilidad sin tener algo preparado acorde a lo que estaba en juego.
Bien dicen que la decepción es más grande cuando sabes que pudiste hacer más. Ellos lo hicieron todo, desde antes del 13 de junio, y les alcanzó para sacarnos del mundial por penales.
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