´Las acciones del Ejército nos distancian de la paz, justicia y seguridad´, manifiesta Mandy Kretner de Tel Aviv, una de las autoras de la misiva remitida a Netanyahu.
Decenas de adolescentes israelíes expresaron en una misiva remitida al primer ministro, Benjamín Netanyahu, su rechazo a servir por razones morales en un Ejército de ocupación que "comete crímenes de guerra", informa hoy el digital "Ynet".
En la carta, los firmantes aseguran que no realizarán el servicio militar obligatorio en protesta por la "continua ocupación y la invasión del Ejército en la vida civil, que profundiza en las nociones de chovinismo, militarismo, violencia, desigualdad y racismo en la sociedad" israelí.
El escrito exhorta asimismo a otros jóvenes que se acercan a la edad de 18 años, en la que los israelíes, hombres y mujeres, son llamados a filas, a reconsiderar "el sentido del servicio militar".
"Los palestinos en los territorios ocupados viven bajo el control del Gobierno israelí, a pesar de que no lo hayan elegido y no puedan influir en las decisiones de ninguna manera legal. La situación es injusta y desigual", reza la misiva.
Los adolescentes lamentan las continuadas "violaciones de los derechos humanos" y "actos que son considerados crímenes de guerra de acuerdo al derecho internacional" en los territorios palestinos.
Y entre estas violaciones, enumeran "las ejecuciones extrajudiciales, la construcción de asentamientos en territorio ocupado, detenciones administrativas, tortura, castigos colectivos y un reparto desigual de recursos como el agua y la electricidad".
Los autores de la carta subrayan que las Fuerzas Armadas israelíes perpetúan la actual situación y en virtud de la misma y "siguiendo nuestra conciencia, no podemos tomar parte en un sistema que comete los mencionados actos".
Aducen que la institución militar también repercute en la vida civil y define la educación, las oportunidades de empleo y "lleva al racismo y la violencia en el seno de la sociedad y a la discriminación basada en el origen étnico, nacionalidad o género".
"Las acciones del Ejército nos distancian de la paz, justicia y seguridad", manifiesta Mandy Kretner de Tel Aviv, una de las autoras.
Por su parte, Shaked Harari, de Bat Yam y también firmante de la misiva, subraya que la institución "sirve a los poderosos en la sociedad y no a los ciudadanos, que sólo son una herramienta. Mis amigos y yo rechazamos servir de carne de cañón".
El Ejército en Israel concede exenciones por motivos religiosos, matrimoniales e incluso de pacifismo, si bien se muestra menos flexible en los casos en los que existe una objeción de conciencia con una declaración política contra la ocupación.
No obstante, en la última década, en la que este tipo de rechazo a hacer el servicio militar ha sido casi insignificante (la mayoría de quienes quieren librarse optan por mentir sobre su condición física o mental), el Ejército ha resuelto los casos generalmente con condenas simbólicas.
EFE
Comparte esta noticia