Los dos civiles fallecidos perecieron al ser alcanzados por un misil lanzado por los talibanes, quienes sufrieron por su parte al menos una treintena de bajas, entre ellas las de dos comandantes.
Al menos 18 policías, 30 insurgentes y dos civiles murieron en un ataque talibán a varios puestos de control de las fuerzas de seguridad en el este del país y los enfrentamientos que estallaron entre ambos bandos, informó este viernes a Efe una fuente oficial.
Centenares de insurgentes armados lanzaron a primera hora de del jueves un ataque contra varios puestos de control del distrito de Jalriz, en la provincia de Maidan Wardak, donde continúa el intercambio de fuego, dijo Attaullah Khogyani, portavoz del gobernador regional.
La fuente añadió que 18 insurgentes y dos miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos desde el inicio de la ofensiva, que ha obligado al cierre de la autopista que une Kabul con la capital de la provincia de Bamyan, separadas por el territorio de Wardak.
Los dos civiles fallecidos perecieron al ser alcanzados por un misil lanzado por los talibanes, quienes sufrieron por su parte al menos una treintena de bajas, entre ellas las de dos comandantes.
Al menos seis puestos de control han caído en manos de los insurgentes, aunque Khogyanai indicó que las fuerzas de seguridad realizaron una "retirada táctica" para evitar más bajas y que han recibido los refuerzos necesarios para recuperar el control de la zona.
"Nuestras operaciones se han desarrollado despacio porque nuestras fuerzas de seguridad intentan evitar amenazas a las vidas de los civiles en el área", manifestó el portavoz.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reclamó la autoría del ataque en un comunicado, en el que elevó a 14 el número de puestos en su poder y a 50 el número de soldados y policías fallecidos.
Según Mujahid, los insurgentes también derribaron a tiros un helicópteros militar, si bien Khogyani negó esta afirmación y alegó que la aeronave tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el distrito por problemas técnicos.
Maidan Wardak tiene un importante valor estratégico, ya que colinda con la capital afgana y sirve de paso para las autopistas que unen la ciudad con Bamyan y la sureña Kandahar, respectivamente.
El número de ataques en Afganistán ha aumentado desde el inicio de la tradicional ofensiva talibán de primavera a finales de abril.
Desde entonces, los insurgentes han capturado varios distritos con ataques masivos como el de Jalriz y vuelto a perder parte de ellos a manos de las fuerzas de seguridad, que este viernes recuperaron el control de Dasht-e-Archi, en la provincia nororiental de Kunduz.
EFE
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