Según el mandatario, su país está librando "una guerra regional e internacional" que todavía tardará tiempo en acabar.
El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró este miércoles que su Ejército está consiguiendo "grandes éxitos" en el conflicto que sacude Siria desde marzo de 2011, y responsabilizó a Turquía del derramamiento de sangre en el país.
En una entrevista en exclusiva con la cadena de televisión siria Al Dunia, Al Asad calificó las batallas que libran sus tropas como "una de las guerras más complicadas desde el punto de vista técnico y estratégico".
"Es una guerra de intereses. Tienen la voluntad de destruir el país", subrayó el mandatario en la entrevista, de la que ayer Al Dunia adelantó algunos extractos.
Para Al Asad, su país está librando "una guerra regional e internacional" que todavía tardará tiempo en acabar, pero aseguró que está decidido a seguir adelante.
"Puedo resumir toda la explicación en una frase: Estamos avanzando, la situación ha mejorado pero no es decisiva todavía, requerirá tiempo", dijo.
Vestido con una traje azul y con actitud serena, Al Asad señaló a Turquía como una de las culpables del conflicto, al afirmar que este país "afronta una responsabilidad directa en el derramamiento de sangre en Siria".
"¿Acaso deberemos echarnos atrás por la ignorancia de algunos responsables turcos o miramos a la relación con el pueblo turco, en particular con esa gente que se ha mantenido a nuestro lado durante la crisis y que no se fueron con otros pese a sus sobornos?", se preguntó el presidente.
Respecto a Turquía, a quienes el régimen de Damasco culpa de apoyar y acoger a los rebeldes sirios, también rechazó la idea de este país de crear zonas seguras dentro de Siria para atender a los refugiados que huyen del conflicto.
"Esta idea es poco realista hasta para los países hostiles y enemigos de Siria. Las zonas seguras se establecen con la aprobación del Estado y nosotros no hemos aceptado nunca tener zonas fuera de control", agregó.
Además, apostilló que "Siria no necesita luz verde en los asuntos soberanos y locales ni de parte de amigos ni de enemigos".
El presidente dijo, asimismo, que "hablar de que las protestas no eran armadas es inexacto, porque en la primera semana ya murieron algunos policías". "Desde el primer día fueron armadas", remarcó.
En cuanto a la actuación del Ejército, Al Asad destacó que su deber es "proteger la patria" y apuntó que su labor es "heroica" y que deben de evitar pérdidas humanas en sus combates en el interior de las ciudades.
También infravaloró las deserciones, al afirmar que son "un mecanismo de auto limpieza de la nación".
"El que huye y ha recibido dinero es un corrupto, un cobarde y una persona mala", por lo que estas deserciones son "positivas", añadió.
El mandatario sirio ha concedido varias entrevistas desde el inicio de la rebelión, en las que siempre ha mostrado su determinación de llegar hasta el final en su lucha contra quienes califica como "terroristas" apoyados por países como Arabia Saudí, Catar o Turquía.
EFE
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