El turco culpa al entonces secretario del Estado del Vaticano, Agustino Casaroli, de haber sido el cerebro que supuestamente organizar el intento de asesinato del Papa.
Mehmet Ali Agca, autor del atentado contra el papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, ha acusado al propio Vaticano de estar detrás del fallido asesinato.
En declaraciones a la televisión pública turca TRT, Agca culpó al entonces prosecretario de Estado del Vaticano, Agustino Casaroli, de haber sido el cerebro que supuestamente orquestó el asesinato del Papa.
Como se recuerda, Mehmet Alí Agca, liberado de su prisión el pasado enero y declarado mentalmente inestable, disparó contra el Juan Pablo II y le hirió de gravedad por tres tiros en una mano, un brazo y el abdomen cuando viajaba en un vehículo abierto en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“Definitivamente, el Gobierno del Vaticano estuvo detrás del intento de asesinato (del Papa). El cardenal Agustino Casaroli, el segundo hombre en el Vaticano, decidió esto”, señaló Agca refiriéndose al primer ministro del Estado del Vaticano, según Efe.
Agca también afirmó que todas las declaraciones que hizo durante los 19 años que pasó en la cárcel en Italia, luego pasó otros 10 en prisiones turcas, fueron preparadas por los fiscales italianos y los jueces y funcionarios del Vaticano.
“Es muy simple: el gobierno del Vaticano lo tenía todo planeado. En primer lugar me pagaron de 40.000 a 50.000 dólares. Compré la pistola en Austria con la ayuda de un amigo. (El Vaticano) me prometía ser liberado después de dos años en la cárcel. Pero me quedé mucho más tiempo cuando me negué a algunas de las peticiones del Vaticano. Me negué a convertirme al cristianismo”, aseguró.
En la entrevista, Agca relató que el objetivo no era matar, sino herir al Papa, por lo que así se cumpliría el llamado milagro de Fátima. Al referirse a las acusaciones que en su día vertió sobre la implicación de Bulgaria y la KGB soviética, Agca dijo que “todo fue un montaje”.
“Yo era anticomunista. El Vaticano era anticomunista. La CIA era anticomunista. Querían detener el Partido Comunista Italiano y contribuir a la caída de la Unión Soviética. Todo funcionó tal y como fue planeado”, aseguró.
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