En el balneario La Florida, en la ciudad de Rosario, se bañaban 9 mil residentes que soportaban temperaturas que llegaban a los 40 grados Celsius.
¿Qué fue lo que pasó en Argentina para que peces conocidos como "palometas" empezaran a comer todo lo que encontraron en un río, cual hambrientos animales carnívoros?
Especialistas y autoridades de salud en ese país evaluaron qué fue lo que sucedió en el balneario La Florida, en la ciudad de Rosario, donde las temperaturas llegaban a los 40 grados Celsius y los residentes decidieron tirarse un chapuzón en aguas donde ya habían aparecido estos parientes de las pirañas, unos peces grandes, muy voraces y con dientes afilados.
La mayoría de los médicos coincidieron en que el clima fue uno de los motivos principales que motivaron la agresiva actitud de los peces.
Los ambientalistas señalaron que el calor, que incentiva la actividad biológica de las especies y la bajante de la cuenca del Paraná, que está más de un metro por debajo de su nivel habitual, crearon un escenario para que esos peces naden y busquen alimento.
El director del Sistema Integrado de Emergencias de Rosario, Federico Cornier, contó que al momento del ataque había 9 mil bañistas que se negaron a salir del agua, pese a las advertencias.
Para el médico veterinario, Juan Enrique Romero, el agua cálida y el movimiento de gente que se sumerge por un calor extra son generadores de condiciones naturales para que el animal esté en ese lugar y ataque.
Otra hipótesis indica que la pesca indiscriminada podría haber alterado la cadena alimentaria y esto provocó que la palometa se multiplicara y saliera a comer "lo que encuentre".
Según los biólogos, el ataque de estos peces dura pocas horas y se produce por el calentamiento del agua
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