Para el vicepresidente norteamericano lla acción de Pekín ´ha elevado la tensión en la región y el riesgo de que se produzcan errores de cálculo´.
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, ratificó hoy que la alianza entre Washington y Tokio se mantiene firme ante el desafío planteado por Pekín con la reciente creación de una zona de defensa aérea que ha incrementado la tensión en la región.
"Nuestra alianza es la piedra angular de la paz y la estabilidad en Asia nororiental", dijo Biden tras su encuentro con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, con quien trató el "súbito anunció" realizado por China hace diez días sobre el establecimiento de una zona de defensa de identificación aérea (ADIZ).
La nueva ADIZ, un perímetro que determina si las Fueras Aéreas deben ser desplegadas cuando aeronaves extranjeras entran en ella sin notificación previa, incluye a las disputadas islas Senkaku (Diaoyu en chino), que administra Tokio pero que reclaman Pekín y Taipei (que las llama Tiaoyutai).
Poco antes de la visita de Biden ambos aliados exhibieron una insólita diferencia de criterio en torno a la nueva ADIZ.
En ese sentido, Tokio instó a las aerolíneas niponas a no informar sobre sus rutas a Pekín al atravesar la zona de defensa aérea, mientras que Washington recomendó a las estadounidenses hacerlo para evitar poner en riesgo a los pasajeros de los vuelos comerciales.
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Aunque el Departamento de Estado dejó claro que esto no suponía reconocer la validez de la ADIZ, algunos medios japoneses reprobaron tibiamente el desencuentro y plantearon la posibilidad de que EEUU haya decidido marcar algo las distancias con su aliado nipón para no incrementar la tirantez en la región.
"Nos mantendremos firmes con respecto a los compromisos de nuestra alianza (con Japón)", aseguró hoy Biden, quien subrayó nuevamente que la acción de Pekín "ha elevado la tensión en la región y el riesgo de que se produzcan errores de cálculo".
"Hemos tratado el anuncio chino sobre la ADIZ y estamos de acuerdo en que es inaceptable", dijo por su parte Shinzo Abe, antes de recordar que Washington y Tokio no tolerarán "toda acción que ponga en peligro la seguridad de cualquier avión civil".
EEUU no quiere tomar una postura sobre la soberanía de las Senkaku/Diaoyu, un diminuto archipiélago deshabitado en el Mar de China Oriental que podría albergar reservas pesqueras y de hidrocarburos.
No obstante, reconoce que las islas están enmarcadas dentro del acuerdo de defensa bilateral que obligaría al Pentágono -que de hecho alquila desde hace 40 años al Gobierno japonés dos de estos islotes para realizar maniobras- a apoyar a las Fuerzas de Auto Defensa niponas si el archipiélago fuera atacado.
Biden viajará mañana a China, donde se reunirá con el presidente Xi Jingping, a quien dijo que quiere transmitir la "preocupación" de Washington por esta nueva acción, así como la importancia de mejorar la cooperación y las relaciones entre Pekín y Tokio para evitar mayores desencuentros.
También entre China y Corea del Sur (país que el vicepresidente estadounidense visitará a continuación el 5 de noviembre), ya que la ADIZ abarca un islote sumergido controlado de facto por Seúl, que tiene instalada allí una estación científica.
Aviones militares estadounidenses o surcoreanos han entrado sin identificarse en la zona después de ser designada, lo que según algunos analistas apuntaría a que el órdago chino solo buscaría escrutar de momento las reacciones del bloque Washington-Tokio-Seúl ante el imparable crecimiento militar de Pekín en Asia.
Por ello muchos consideran que el viaje de Biden, que pretende potenciar el diálogo entre todas las partes implicadas para desactivar la tensión, viene a recordar a China que EEUU quiere seguir siendo un actor clave en esta región, convertida ahora en su gran prioridad geoestratégica.
EFE
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