El gigante asiático dijo que China "continuará aumentando la cooperación con todas las partes para lograr una completa y seria puesta en práctica del Protocolo de Kioto".
El Gobierno chino dio hoy la bienvenida a los acuerdos logrados en la Cumbre del Cambio Climático de Doha, al asegurar que "envían una señal positiva a la comunidad internacional" aunque advirtió que "la falta de voluntad de los países desarrollados" dificulta el futuro de las negociaciones.
"China está satisfecha con los resultados, pero durante la cumbre las naciones desarrolladas se mostraron inclinadas a diluir su responsabilidad histórica" en el calentamiento global, señaló el portavoz de Asuntos Exteriores chino Hong Lei.
"También existe falta de voluntad política entre los países desarrollados a la hora de reducir sus propias emisiones, o de proveer con fondos a las naciones en desarrollo, y esa es otra razón por la que Doha no logró conseguir más resultados, que obstaculizará la cooperación futura contra el cambio climático", advirtió.
La Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático concluyó el pasado sábado en Doha con el acuerdo de extender el periodo de compromiso del Protocolo de Kioto hasta el 31 de diciembre de 2020, del que se desvincularon algunos países, y escasos avances en el Fondo Verde para el Clima.
Los casi 200 países representados en la capital catarí lograron un resultado que la secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Christiana Figueres, calificó de "histórico" y las organizaciones no gubernamentales de "fracaso".
El portavoz chino aseguró hoy que China "continuará aumentando la cooperación con todas las partes para lograr una completa y seria puesta en práctica del Protocolo de Kioto".
China, el mayor emisor actual de dióxido de carbono (principal gas causante del calentamiento global), defiende que son los países desarrollados los que deben limitar en mayor medida sus emisiones, al haber contaminado durante más décadas que las naciones emergentes.
Al mismo tiempo, Pekín asegura que en la segunda economía mundial se están poniendo en marcha sistemas de reducción de emisiones o de mejora de la eficiencia energética, aunque de forma voluntaria, sin aceptar cuotas de reducción impuestas desde el exterior.
EFE
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