Tanto el hombre como la mujer que desean tener un hijo deben prepararse física y emocionalmente.
“Tener un hijo es una gran responsabilidad. No solo porque darán vida a un nuevo ser, sino porque lo tendrán que criar adecuadamente, es decir, deberán alimentarlo bien y darle mucho amor para que ese nuevo bebé sea, años más tarde, una mujer o un hombre de bien, con todas sus facultades físicas, emocionales e intelectuales que le permita desarrollarse”, aseguró Cecilia Gamarra, nutricionista de la ONG Prisma.
La mujer necesita una preparación especial, debido a que es ella quien llevará al nuevo ser en su vientre durante los 9 meses de gestación, por ello es importante llegar en óptimas condiciones de salud y nutrición a la gestación.
“Desde el punto de vista nutricional, es importante consumir una dieta suficiente y variada de manera que permita conseguir todos los nutrientes necesarios para mantenerse saludable, conservando un adecuado peso para la edad. No se recomienda que una mujer llegue al embarazo con bajo peso o con sobre peso, eso podría afectar el desarrollo del embarazo”, dijo Gamarra.
Así, se recomienda que una mujer adulta consuma 3 comidas principales y beba entre uno a un litro y medio de agua al día. Las comidas deben contener alimentos provenientes de los diferentes grupos:
• Proteínas de origen animal y ricas en hierro: como las de res, de pollo, de pescado; las vísceras: hígado, bazo, sangre que contienen alta concentraciones de hierro para prevenir la anemia.
• Proteínas de origen animal ricas en calcio: como huevos, leche, quesos, yogurt, micro nutriente necesario durante toda la etapa de vida, pero de especial interés durante la etapa de la gestación y la lactancia al igual que el hierro.
• Proteínas de origen vegetal: como las menestras compuestas por frijoles, pallares, habas, garbanzos, lentejas siendo además fuente importante de carbohidratos y de fierro.
• Carbohidratos: provenientes de tubérculos como la papa, camote, yuca; y de cereales como el arroz, trigo, quinua, kiwicha (estas últimas además contienen altas cantidades de proteínas) y pan, entre otros. Se recomienda restringir los productos muy dulces y las golosinas.
• Vitaminas y minerales: provenientes de frutas y verduras.
• Ácido fólico: Es uno de los componentes del complejo vitamínico B que ayuda a prevenir defectos en el cerebro y médula espinal del nuevo bebé. El ácido fólico se encuentra en alimentos como las verduras de color verde, frutas cítricas y en las menestras como lentejas y frijoles.
“Si la mujer y su pareja están planificando tener un bebé, es necesario que visite al médico para recibir las indicaciones correspondientes. No fume ni beba alcohol, siga una dieta sana y consuma alimentos ricos en ácido fólico, por lo menos 3 meses antes del embarazo”, recomendó la especialista.
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