Los bebés que crecen rápidamente en los primeros tres meses de vida parecen tener más probabilidades de desarrollar asma, afirman científicos en Holanda.
Los investigadores encontraron que "el aumento acelerado de peso" está vinculado a una mayor posibilidad de síntomas como silbido al respirar.
El estudio, llevado a cabo en el Centro Médico Erasmus en Rotterdam, involucró a 5.125 niños, los resultados no encontraron un vínculo con problemas de crecimiento en el útero.
La nueva investigación, publicada en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, comparó los registros que medían el aumento de peso de los niños durante el embarazo y después del nacimiento.
Principales resultados:
• Los bebés que aumentaron de peso rápidamente tuvieron 44 por ciento de probabilidades de presentar silbido al respirar
• 22 por ciento más probabilidad de sufrir disnea (falta de aire)
• 30 por ciento más probabilidad de tener flemas persistentes
La infancia es un período crucial para el desarrollo del asma, así como también lo sería el período prenatal, pero de igual forma un desarrollo acelerado en los primeros tres meses de vida podría afectar adversamente el desarrollo pulmonar.
Se trata de un estudio preliminar y no especifica qué se considera un crecimiento acelerado, pero tiene sentido si consideramos que la lactancia materna exclusiva, vinculada a un aumento de peso moderado del bebé durante los primeros meses, reduce el riesgo de asma en la infancia.
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