La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) notificaron a los interesados que su petición fue negada, debido a que no reunían los requisitos para obtener el permiso humanitario.
Las cinco personas que solicitaron este jueves en la frontera de Estados Unidos un permiso humanitario que les permita volver a territorio estadounidense y reunirse con sus familiares lamentaron el viernes que su petición haya sido rechazada por el Gobierno federal y dijeron que su lucha continuará.
Este jueves, esposos y padres de cinco deportados de Estados Unidos llegaron a la garita de San Ysidro, en la frontera entre Tijuana (México) y San Diego (California, EE.UU.), con la esperanza de obtener un permiso humanitario temporal que les permitiera volver a casa debido al enorme daño emocional que está atravesado sus familiares a consecuencia de la separación.
Por la noche, tras concluir con el proceso de entrevista personal, oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) notificaron a los interesados que su petición fue negada, debido a que no reunían los requisitos para obtener el permiso humanitario.
"Sabemos que ellos (CBP) tienen el poder y la discreción de hacerlo, pero simplemente no lo quisieron hacer", señaló hoy Víctor Ledezma, esposo y padre de ciudadanos estadounidenses y uno de los cinco a quienes se le negó la posibilidad de volver a Estados Unidos.
Rex Chambers, quien viajó con sus dos hijos desde Michigan con la esperanza de regresar a casa con su esposa Angélica, lamentó a su vez la postura del Gobierno federal al no permitir la reunificación de su familia.
"Tenemos el corazón destrozado, realmente pensamos que estaríamos juntos para el Día de las Madres", dijo.
Su esposa, Angélica Chambers, quien afirmó que seguirá luchando por su familia, había firmado una salida voluntaria para regularizar su estatus migratorio en México; no obstante, una vez en Ciudad Juárez, se le impidió regresar.
"Había mucha ilusión y realmente pensamos que nos lo iban a dar a todos, no solo a mí", aseguró.
Tras esta negativa, los familiares están considerando la posibilidad de interponer una demanda colectiva contra el Gobierno de EE.UU. por el sufrimiento emocional, médico y económico a causa de estas deportaciones, adelantó la pastora Emma Lozano, de la organización Familia Latina Unida.
Lozano, quien viajó junto con la activista Elvira Arellano desde Chicago para apoyar a este grupo de familias, calificó de "mentira" el argumento de las autoridades para no brindarles el "parole humanitario" que solicitaron y consideró que la decisión fue tomada por cuestiones políticas.
"El año pasado yo pasé familias, yo reunifiqué familias, ellos tienen la discreción, no sé cuál sea su razón, yo creo que por las campañas es que quieren verse demasiado duros", aseveró.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza indicó mediante una declaración escrita que no pueden emitir comentario al respecto, citando que sus políticas de privacidad les impiden discutir este tipo de casos.
Mientras tanto, familias como la de Cecilia García, cuyo esposo fue deportado en 2012 tras vivir 27 años en Estados Unidos, no pierden la esperanza y manifestaron que realizarán otro intento la próxima semana ante el consulado de Estados Unidos en Tijuana.
"La idea es no sentir que estamos derrotados, tenemos que luchar porque yo represento a mi familia, a mis hijos y es por ello que seguimos aquí", indicó la madre de cinco hijos ciudadanos estadounidenses.
EFE
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