La ola de violencia se originó tras la muerte de dos políticos. Las calles de la ciudad paquistaní están casi desiertas.
Al menos catorce personas han muerto en las últimas 24 horas a causa de la violenta ola de disturbios de tinte político que afecta a la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, informó hoy a Efe una fuente policial.
"La ciudad está bajo control de las fuerzas de seguridad", dijo un portavoz de la policía local, Qasmi Ahmed, quien reconoció que las calles de Karachi, la mayor ciudad del país con cerca de 18 millones de habitantes, están hoy casi desiertas.
Según medios locales, el transporte público y los centros educativos permanecen hoy inactivos en previsión de que se produzcan más disturbios.
La muerte de un militante del Partido Awami (ANP), ligado a la población pastún, reavivó ayer por la mañana los enfrentamientos que brotaron el martes a causa del asesinato de un miembro de otro de los partidos con peso regional, el Muttahida Quami Movement (MQM).
Tras la muerte de su militante, el MQM llamó a una "jornada de duelo" que desembocó el mismo martes en violentos combates callejeros por toda la ciudad que dejaron ocho muertos y cerca de 40 heridos.
Karachi es el motor económico de Pakistán, pero también es escenario de una guerra con tintes étnicos, políticos y criminales que enfrenta a diversas bandas y grupos armados, y que periódicamente provoca erupciones de violencia callejera masiva.
El MQM representa sobre todo a los habitantes de etnia mohayir, hablantes de urdu que llegaron de la India a Pakistán tras la partición del subcontinente en 1947 y que tienen el dominio tradicional de la ciudad.
Los otros actores políticos relevantes de Karachi son el Partido Popular (PPP) -que gobierna el Ejecutivo nacional- y el ANP.
EFE
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