Lima se situó como una de las peores ciudades del mundo en movilidad y transporte, según el reporte de Cities in Motion 2025, elaborado por la prestigiosa escuela de negocios IESE. La capital peruana se situó en el puesto 150 de 183 ciudades del mundo ¿Qué se está haciendo para mejorar esta situación? En el siguiente informe revisamos alguno de los proyectos de infraestructura vial que buscan mejorar el nivel de vida de los residentes en la capital.
Los limeños pierden más de 190 horas al año debido al tráfico vehicular en la capital, según la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN). Las consecuencias, más allá del tiempo perdido, impactan en diversos ámbitos del ciudadano: desde la economía y la estabilidad emocional hasta su seguridad.
Para revertir estos efectos y brindar una mejor calidad de vida a los más de 10 millones de habitantes de la ciudad, el Gobierno Central y la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) ejecutan obras viales de gran magnitud. Una de estas intervenciones es la construcción de viaductos, a cargo de la comuna limeña.
Un viaducto es una estructura elevada diseñada para sortear obstáculos y reducir la congestión vehicular de una vía. Estructuras de ese tipo son las que se construirán en la avenida Javier Prado, en sectores correspondientes a los distritos de Magdalena, San Isidro y La Molina.
Diversos usuarios y vecinos de la avenida Javier Prado saludan la propuesta al considerar que aliviará la congestión en esta arteria, que cruza ocho distritos en un trayecto de 20 kilómetros. Otros sectores, representados por residentes como Adriana Ponce, de San Isidro, sostienen que el proyecto, lejos de mitigar el problema, fomentará el uso de vehículos particulares, lo que derivará en un mayor caos vial.
“No soluciona nada, van a afectar las áreas verdes y generar caos. Bueno fuera que solucionara algo. Por aquí va a pasar la línea del tren, no hay necesidad de seguir construyendo estas vías elevadas, estos monstruos de concreto”, señaló.
En otro punto de la ciudad, en septiembre de 2025, la Municipalidad de Lima colocó la primera piedra de la vía rápida Próceres-Wiesse, en San Juan de Lurigancho. Con una inversión superior a los 500 millones de soles, el proyecto contempla la ejecución de cuatro pasos a desnivel que buscan mitigar la congestión vehicular y agilizar la conexión con el centro de la capital. Los residentes del distrito aguardan con expectativa la culminación de los trabajos.
“Ojalá que lo terminen rápido, porque eso va a ayudarnos a llegar más rápido al centro. Somos el distrito más poblado de Lima. De aquí al centro de Lima demoro como 1 hora en llegar”, indicó.
“Solo espero que terminen la obra y no la dejen botada por años. Porque siempre empiezan algo y luego se olvidan Eso nos va a ayudar muchísimo a nosotros”, añadió.
Se estima el megaproyecto se entregue a fines de 2026 o inicios de 2027 y que beneficie a más de un millón y medio de habitantes del distrito más poblado del Perú.
Soluciones para el caos vehicular
Acabar con el caos vehicular de Lima no solo requiere más vías de comunicación, sino también un adecuado plan urbano de transporte. Mariana Alegre, especialista en urbanismo y gestión de ciudades, señala que la tendencia global se orienta hacia el fortalecimiento del servicio de transporte público masivo, en lugar de la ejecución de infraestructuras que incentivan el uso del automóvil particular:
“Un enfoque pro-auto que se enfoca solamente en resolver el problema de tráfico para quienes conducen un automóvil privado, usan taxi, no es una solución que se esté usando para ciudades sostenibles y modernas porque justamente atiende solamente un porcentaje menor de la población”, sostuvo.
En su opinión, experiencias anteriores han demostrado que estás obras finalmente no han solucionado el problema del tránsito:
“Además de la obra, además de la construcción y el proceso, pues nuevamente este tipo de infraestructura, al igual que otros bypasses en la ciudad, se encuentran nuevamente colapsados, sin haber servido ni siquiera para el propósito inicial, que era justamente el de ofrecer fluidez o mayor velocidad a los que conducen vehículos privados”, dijo.
Por su parte, el alcalde de Lima, Renzo Reggiardo aclaró que en las denominadas "megaobras" se antepone el bien común de la ciudad.
“Lo importante y lo central es que necesitamos darle transitabilidad a la ciudad y en ese sentido estas mega obras buscan ese objetivo. No queremos afectar a nadie, pero hay que también anteponer los intereses de la masa, de la población en su conjunto para que tengamos esa transitabilidad adecuada”
El gobierno central impulsa además la ejecución del anillo vial periférico. Se trata de una autopista que recorrerá 11 distritos. La ruta de más de 34 kilómetros reducirá significativamente el tiempo de traslado desde el centro de Lima, Lima Este y el Callao.
Aunque el diseño de la obra data de los años 90, en 2024 el Ministerio de Transportes y Comunicaciones suscribió el contrato para el financiamiento, diseño, construcción, operación y mantenimiento. Con una inversión de más de 3 mil 300 millones de soles se estima que la obra beneficiará a más de 10 millones de personas.
Una ciudad en expansión, como Lima, demanda vías de comunicación eficientes e integradas que otorguen fluidez a un tránsito vehicular que, para muchos, resulta ser eterno.