´Ya no tenemos que andar escondidos, ni con miedo a la deportación´, dijo una migrante hondureña que se mostró esperanzada de poder detener la repatriación de su esposo.
El alivio ante el temor a las deportaciones une hoy a millones de indocumentados que se pueden beneficiar de las acciones ejecutivas anunciadas este jueves por el presidente de EE.UU., Barack Obama, y que por tanto tiempo fueron esperadas por la comunidad inmigrante hispana.
"Ya no tenemos que andar escondidos, ni con miedo a la deportación", dijo a Efe la hondureña Yeisy Alcántara, quien se mostró esperanzada de poder detener la repatriación de su esposo que está en un centro de detención de inmigrantes en Miami.
Grupos proinmigrantes en el país se reunieron la noche del jueves para escuchar un discurso en el que Obama ofreció la posibilidad de legalización temporal a por los menos 5 de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en Estados Unidos.
"Obama está pagando una deuda con la comunidad inmigrante", dijo a Efe la activista migratoria Nora Sandigo, quien indicó que aunque no es un reforma migratoria, es "un buen paso en la dirección correcta, que además pone presión al Congreso".
Las medidas ejecutivas de Obama, tomadas ante la incapacidad legislativa de aprobar una reforma migratoria, fueron celebradas por líderes comunitarios y políticos latinos que han presionado durante años al presidente Obama a impulsar el tema migratorio y a detener las deportaciones, que han alcanzado niveles récord de unas 400.000 al año.
"Voy a trabajar para registrar a las familias cubiertas, y a mantener la lucha por las que no lo fueron", señaló el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, quien destacó la "valentía" de Obama ante la gran oposición que el anuncio ha tenido entre los conservadores.
Para republicanos como los congresistas por Florida Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen, la medida unilateral de Obama "dificulta aún más la aprobación de una reforma", al reiterar la necesidad de trabajar en "una medida legislativa bipartidista".
El decreto presidencial beneficiará a los indocumentados que tengan hijos que son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes, que demuestren que llevan en el país desde antes del 1 de enero de 2010 y carecen de antecedentes criminales.
"Estoy esperanzada con esta gran noticia", dijo la hondureña Alcántara, quien llegó hace 8 años Estados Unidos, donde vive con su esposo y sus tres hijos, dos de ellos estadounidenses.
Las nuevas medidas evitarán la amenaza de la deportación por tres años y facilitarán la obtención de un permiso de trabajo.
Sin embargo, otros indocumentados como la mexicana Rosa Robles, no podrán de pronto escapar a la deportación.
"Esa es mi mortificación y mi tristeza, porque yo estoy desde antes de tener a mis hijos, pero por el hecho de haber tenido visa, fui y los tuve en México", dijo con frustración esta inmigrante que lleva más de cien días refugiada en la Iglesia Presbiteriana del Sur de Tucson, en Arizona, evadiendo la repatriación.
Según el anuncio de Obama, las deportaciones se centrarán ahora en los criminales y personas con delitos vinculados a la seguridad nacional, y también en aquellos que cruzaron la frontera desde el 1 de enero pasado.
La activista soñadora Erika Andiola señaló que es una victoria "parcial" que la impulsa más que nunca a seguir luchando, al explicar que su madre, María Arreola, quedó por fuera del alivio, como cualquier otro padre de los estudiantes indocumentados que fueron favorecidos en 2012 con la primera medida ejecutiva migratoria.
No obstante se mostró feliz de que "el presidente finalmente ha utilizado su poder ejecutivo ante una oposición irracional y la falta de acción del Congreso".
El alcalde de Chicago (EE.UU.), Rahm Emanuel, también aplaudió la decisión presidencial al considerar que "es bueno para nuestras familias y para nuestra economía".
"Yo siempre creí en el Presidente. Hubo días que casi pierdo la confianza, pero no fue así. Y finalmente llegó este histórico día", dijo por su parte el peruano Tony Yapias, presidente del Proyecto Latino de Utah (EE.UU.).
EFE
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