Israel cerró este jueves el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, una decisión sin precedentes desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, instó este jueves a Israel a que reabra la Explanada de las Mezquitas y consideró que cualquier cambio en el status quo de este lugar sagrado sería provocador y peligroso.
"El compromiso de israelíes, palestinos y jordanos para preservar el status quo histórico de este lugar sagrado es crucial. Cualquier decisión o acción que lo cambie sería provocadora y peligrosa", consideró Kerry en un comunicado.
Israel cerró este jueves el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, una decisión sin precedentes desde la Guerra de los Seis Días de 1967, en medio de una creciente tensión en los barrios árabes y el casco viejo de la ciudad santa.
"La Explanada de las Mezquitas/Monte del Templo debe reabrir para los fieles musulmanes, y yo apoyo las prácticas que ha habido hasta ahora en referencia a los no musulmanes que visiten el lugar", afirmó Kerry.
Israel ordenó el cierre de la explanada después de que el miércoles por la noche un presunto pistolero palestino tratara de matar a tiros al rabino Yehuda Glick, de nacionalidad estadounidense.
Glick es el líder de una organización ultranacionalista y mesiánica que promueve la colonización de Jerusalén y el cambio del status quo en la explanada, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Kerry condenó el intento de asesinato de Glick en su declaración y explicó que el Departamento de Estado está "en contacto con las autoridades para averiguar más información" sobre lo sucedido.
El responsable de Exteriores de EE.UU. dijo estar "extremadamente preocupado por la escalada de la tensión en Jerusalén "y en la Explanada de las Mezquitas/Monte del Templo".
"Es absolutamente crucial que todas las partes muestren contención y eviten acciones y retórica provocadoras, y preserven el status quo histórico de la Explanada de las Mezquitas/Monte del Templo, tanto de palabra como en la práctica", añadió.
Según la versión oficial, Mutanaz Hijazi, un exconvicto de 32 años miembro del grupo radical palestino Yihad Islámica, se acercó a Glick a la salida de una conferencia en el centro Menachen Begin, en Jerusalén Este, y tras preguntarle por su nombre le disparó tres tiros.
Hijazi, que trabajaba en el restaurante del centro Begin, fue abatido esta mañana a tiros por la Policía israelí en el barrio árabe de Abu Tor, donde al parecer se resistió a ser detenido.
Las autoridades israelíes adujeron "razones de seguridad" para cerrar por completo la explanada tanto a los musulmanes como a los turistas.
Esto último no ocurría desde que a finales de septiembre de 2000 entró en la Explanada el entonces líder de la derecha y luego primer ministro israelí, Ariel Sharón, en un acto que se considera el detonante de la segunda Intifada.
EFE
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