Los niños que trabajan están expuestos a muchos riesgos. El pasar largas horas en la vía pública y convertirla en su espacio de socialización y de actividad económica trae para ellos, consecuencias de orden físico y psicológico.
“Pero los niños no solo sufren un impacto físico y psicológico sino que se vulnera derechos fundamentales como el acceso a la educación y al juego. Los niños que trabajan adquirirán otro tipo de habilidades que influirá en sus vidas para bien o para mal. Sea cual fuera el caso, lo que no se debe vulnerar es el que accedan a la educación y gozar de su situación de niño”, aseguró Pilar Nuñez, Jefa de Fortalecimiento institucional del Programa Proniño de Fundación Telefónica.
Nuñez mencionó en el programa La Rotativa del Campo, diversas consecuencias que ocasiona el trabajo infantil:
Sociales y morales:
•Profundiza la desigualdad
•Viola los derechos humanos fundamentales de la infancia y la adolescencia
•Acelerado proceso de maduración
•Impide o limita el adecuado proceso educativo
•Enfrentamiento a un ambiente adulto y a veces hostil
•Perdida de la autoestima, problemas de adaptación social y traumas
Físicas y psíquicas:
•Enfermedades crónicas
•Dependencia de fármacos
•Retraso en el crecimiento
•Agotamiento físico
•Abusos físicos y psíquicos
•Picaduras de insectos y animales ponzoñosos
•Infecciones a causa de químicos
•Heridas, quemaduras y amputaciones
•Dolores en las articulaciones y deformaciones óseas
Económicas:
•La pérdida promedio de 2 años de escolaridad a largo plazo significa un 20% menos de salario durante toda su vida adulta
•Pérdida de poder adquisitivo del mercado nacional
•La pérdida de años de educación se traduce en una calidad inferior del capital humano disponible en una sociedad.
•Incidencia negativa en el PIB
Haz clic en la imagen y escucha la entrevista completa.
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