Este emblemático recinto ubicado en pleno corazón de la capital tuvo ilustres visitantes como el actor de películas del Viejo Oeste John Wayne, Muhammed Ali y el ícono del fútbol Pelé.
Avenida Nicolás de Piérola con Tacna 5 y 30 p.m., decenas de escolares, trabajadores y jóvenes estudiantes, pugnan por cruzar esta intersección, en pleno corazón del Centro de Lima. Las bocinas de los colectivos, el ruido de los pitos de los policías se entremezcla con los cuchicheos de las personas que caminan rápidamente para llegar a sus destinos.
El humo de los carros y la contaminación hacen de la capital más gris que de costumbre a esa hora de la tarde. Sin embargo, en la esquina de La Colmena con Rufino Torrico, un edificio frío y colosal se muestra incólume en plena avenida, sin que los transeúntes distraídos y apurados se percaten de su presencia. Una edificación que a pesar de su historia, pasa desapercibida. Nos referimos al famoso Hotel Crillón, lugar que tuvo su esplendor en la década de los sesenta.
Breve historia
Hacia los años 40, un nuevo hotel vino a competir con el Bolívar. En un edificio de 8 pisos en la avenida La Colmena, que estaba destinado a ser el local del Colegio de Abogados, un empresario suizo, Domingo Bezzola, inauguró el Hotel Crillón; corría el año 1947.
Aunque no tenía parangón con el Crillon, ubicado en París en uno de los más antiguos y más lujosos palacios del mundo, a los pies de los Campos Elíseos, se trataba de hacer una construcción que esté acorde a los gustos más exigentes de la época.
Los dorados sesenta
Tuvieron que pasar diez años para que se levante el edificio de 22 pisos que terminó de darle su perfil y el que actualmente se puede apreciar. Este lujoso hotel llegó a tener 550 habitaciones, 650 camas y 700 empleados. Tuvo cuatro bares y cinco restaurantes. Uno de estos últimos, el “Sky Room”, fue inaugurado el 1 de agosto de 1960 (el día nacional de Suiza) fue este quizás el más conocido y preferido por la crema y nata limeña.
El edificio fue pintado de color amarillo con mostaza y sus puertas de vidrio se abrían automáticamente apenas el huésped o cliente pisaba la alfombra roja de la entrada.
Desde el Sky Room se tenía una vista privilegiada de la ciudad de Lima. Era el punto de reunión más animado y exclusivo de la capital. Por ese motivo, es que los 60 fueron los años dorados del Crillón. Muchos famosos pasaron por allí como la mexicana María Félix, el cantante, compositor y autor francés Charles Aznavour, el actor de películas del Viejo Oeste John Wayne, el músico Nat King Cole, la actriz Debbie Reynolds, Cassus Clay más conocido como Muhammed Ali, hasta el ícono del fútbol Pelé.
El empresario pesquero Luis Banchero Rossi, a inicios de los 70 antes de ser asesinado, alquilaba todo el piso 19, donde instaló su cuartel general.
El declive
Mucho se ha especulado y es posible que no se determine aún, pero uno de los factores principales fue sin lugar a dudas la entrada de la década de los ochenta y la delincuencia que campeó en el corazón de Lima.
Eso sin dejar de lado la suciedad y el descuido que tuvo esa enigmática zona de la capital. Las grandes cadenas hoteleras decidieron entonces, ya a inicios de la década del 90, mirar de soslayo, los distritos de Miraflores y San Isidro mejorando la infraestructura con modernos ambientes. El Sky Room empezó a brindar funciones de café teatro perdiendo poco a poco su esplendor.
Se sabe que fue comprada por la empresa española Arte Express en una transacción de siete números y en billetes verdes. La valoración inicial del hotel fue de 7 millones de dólares, aunque se llegó a hablar de U$15 millones. Se conoce que será un edificio que albergará oficinas, acabando así con un lugar tradicional del que aún siguen hablando nuestros abuelos.
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