Hoy hablamos de la importancia de que los padres podamos tener argumentos.
Todos los adultos podemos recordar cuando nuestros hijos, o cualquier niño, comienzan a preguntar el por qué de las cosas. Es cierto que al principio los niños no se contentan fácilmente con las explicaciones, y suelen meternos en una cadena interminable de “por qués”. Pero a medida que crecen, más bien sucede a la inversa: las explicaciones los calman, les permiten seguir pensando por sí mismos.
Cuando, por el contrario, no se ofrece una respuesta a sus inquietudes o se les contesta con un simple “no, porque yo lo digo”, entonces se genera en ellos típicamente tres posibles reacciones:
-se quedan confusos
-se quedan furiosos
-o cuando reciben estas respuestas constantemente, terminan quedándose indiferentes.
Las mismas tres actitudes se pueden luego aplicar a la vida cotidiana, a la escuela, a la universidad, al trabajo, a la casa.
Las personas necesitamos saber por qué, y necesitamos que quienes ejercen cargos de autoridad puedan tener argumentos que nos permitan explicarnos las cosas, darles un sentido. Cuando se busca acallar o tranquilizar para salir del paso, la reacción de frustración sólo retrasa por un tiempo el peligro inminente de que la violencia sea la respuesta.
Perfil del especialista
Nombre: Dr. Leopoldo Caravedo
Teléfonos: 445-1520 / 999-427-588
Correo electrónico:lcaravedo@hotmail.com
Sitio web:www.cppl.org – Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima
Especialidad:
Psicoanalista y Psicólogo Clínico
Magister en Estudios Teóricos en Psicoanálisis por la Pontificia Universidad Católica del Perú
Psicoterapeuta de familias, parejas y grupos
Psicodramatista
Profesor en las Universidades Católica y de Lima
Director de Investigación en el Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima
Presidente de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Grupo
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