Las dos últimas encuestas electorales en Brasil ponen a la presidenta Dilma Rousseff a tres y cinco puntos porcentuales de lograr la reelección el próximo domingo en la primera vuelta. Según el Instituto Ibope, Rousseff obtendría 47 %, seguida de la ambientalista Marina Silva con el 28 % y del socialdemócrata Aecio Neves con el 22 %.
La mandataria brasileña y aspirante a la reelección, Dilma Rousseff, favorita según las encuestas, y los candidatos opositores Marina Silva y Aecio Neves salieron este viernes a las calles para captar el voto de los indecisos a falta de dos días para las elecciones presidenciales, legislativas y regionales en el país.
Un día después del último debate televisivo y del cierre de la propaganda política en los medios de comunicación, Rousseff recorrió el centro de Sao Paulo, junto con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en busca de votos para las elecciones del domingo.
La caminata, en un ambiente festivo por parte de los militantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), recorrió algunas de las calles del centro de la mayor ciudad brasileña.
A pesar del favoritismo de Rousseff para terminar primera en los comicios del domingo, las encuestas indican que deberá disputar una segunda vuelta el próximo 26 de octubre ante el segundo más votado, posición a la que aspiran la ambientalista Marina Silva y el socialdemócrata Aecio Neves, segunda y tercero, respectivamente, en los sondeos.
A falta de dos días para los comicios, los candidatos ya no pueden hacer actos oficiales de campaña, aunque sí está permitido que recorran las calles y se encuentren con la militancia.
Después de la caminata, Rousseff hizo un pronunciamiento en un hotel ante los periodistas, en el que no admitió preguntas y abordó temas relacionados con la salud pública, que, según ella, "no fueron tratados en el último debate", realizado el jueves en la red de televisión Globo.
En Río de Janeiro, en tanto, Silva atacó las promesas incumplidas de Rousseff y criticó la política económica y algunos apartados sociales de Gobierno, en un recorrido por las calles de Tijuca, popular barrio de clase media.
"Dice que el país está creciendo y lo hace a un ritmo bajísimo. Dijo que se bajarían los intereses y ahora los trabajadores están amenazados", aseveró Silva, que también criticó el aumento de la inflación durante el mandato de Rousseff.
Los economistas prevén que la economía de Brasil sólo crecerá este año un 0,29 % y la inflación de los últimos doce meses se encuentra próxima al 6,5 %, techo máximo tolerado por el Gobierno.
Neves, por su parte, visitó un complejo de favelas en Belo Horizonte, capital del suroriental estado de Minas Gerais, su fortín político y del que fue gobernador, donde pidió votos para su candidato al Gobierno regional.
"Quiero decir a mi tierra y a mi gente que la elección de Pimenta da Veiga es tan importante en Minas como mi propia elección", declaró Neves, quien afirmó que si es elegido sabe que encontrará un "caos" en la economía del país.
Mañana será el último día de campaña antes de las elecciones del próximo domingo en la cual están llamados a votar 142 millones de brasileños.
Rousseff viajará mañana a su natal Belo Horizonte antes de ir a Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, donde hizo su carrera política y votará el próximo domingo.
Silva convocó el sábado a un caravana en Sao Miguel Paulista, un barrio pobre de Sao Paulo, y luego partirá a la amazónica ciudad de Río Branco, capital de su natal estado de Acre, donde votará el domingo, mientras que Neves permanecerá en Belo Horizonte hasta las votaciones.
EFE
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