Helicópteros militares sobrevuelan los barrios donde se concentran los hoteles en los que se hospedan los jefes de Estado o de Gobierno y las delegaciones.
La ciudad de Río de Janeiro está hoy bajo un fuerte dispositivo de seguridad con motivo del inicio de la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de la Río+20, en la que participarán hasta el viernes cerca de un centenar de mandatarios.
El dispositivo, que comenzó la semana pasada por el comienzo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20 a nivel de negociadores, se acentuó desde la madrugada de hoy por la llegada de la mayoría de los mandatarios que participarán en la reunión.
Desde primera hora de la mañana helicópteros militares sobrevolaban a baja altura los barrios de Flamengo, Botafogo, Copacabana, Ipanema, Leblón, Sao Conrado y Barra de Tijuca, donde se concentra la mayoría de los hoteles en los que se hospedan los jefes de Estado o de Gobierno y las delegaciones.
La vigilancia se extiende también a las aguas de la bahía de Guanabara y del mar abierto frente a la zona sur de la ciudad, donde son visibles distintas embarcaciones de la Marina.
En los dos aeropuertos de Río y en los hoteles que hospedan a los presidentes, soldados armados con fusil y vestidos con traje de combate y boinas rojas hacían guardia, mientras que agentes de la Policía Federal vestidos de negro y fuertemente armados circulaban por distintas zonas.
En el dispositivo de seguridad participan unos 15.000 policías y militares, según el Ministerio de Defensa.
El Comando Militar del Este, la unidad del Ejército basada en Río de Janeiro, informó de que cerca de 450 motociclistas de la Marina, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Policía Federal de Carreteras, la Policía Militar y la Guardia Civil de Río de Janeiro se encargan de abrir paso a las caravanas que trasladan a los mandatarios en sus desplazamientos por la ciudad.
Para facilitar la circulación de las comitivas oficiales en medio del caótico tráfico de Río de Janeiro, la alcaldía declaró festivo escolar desde hoy hasta el viernes y las oficinas públicas tienen autonomía para decidir si trabajan o no.
Pese a ello, el resto de las actividades de la ciudad funcionan normalmente.
En las inmediaciones del centro de convenciones Riocentro, donde se llevan a cabo las reuniones de la cumbre, situado a 40 kilómetros del centro de la ciudad, la vigilancia ha sido redoblada con militares y vallas para impedir la circulación de las personas no autorizadas.
El espacio aéreo del Riocentro fue bloqueado por la Fuerza Aérea y baterías antiaéreas fueron instaladas en los alrededores para prevenir cualquier atentado, aunque las autoridades no han informado de ninguna amenaza terrorista.
En las inmediaciones de la Avenida Niemeyer, que corre entre las montañas y el mar y comunica los barrios turísticos con el distrito de Barra de Tijuca, en donde está ubicado el Riocentro, la Fuerza Aérea prohibió además los vuelos a baja altura, lo que afecta a los practicantes de vuelos en cometa y parapente, uno de las atracciones turísticas de Río. EFE
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