Tras la reunión del Ejecutivo, el primer ministro, Mark Rutte, despachará con la reina Beatriz para discutir la disyuntiva política.
El Gobierno holandés celebra una reunión extraordinaria para estudiar la convocatoria de elecciones anticipadas ante la imposibilidad de pactar recortes económicos para corregir el déficit.
La jornada comenzará con un Consejo de ministros extraordinario en el que los partidos en el Gobierno, liberales y democristianos, estudiarán la mejor salida a la crisis política que ha surgido tras perder la mayoría parlamentaria que le daba el apoyo de los antimusulmanes de Geert Wilders (PVV), que el pasado fin de semana se retiraron de las negociaciones sobre nuevos ajustes.
Tras la reunión del Ejecutivo, el primer ministro, Mark Rutte, despachará con la reina Beatriz para discutir la disyuntiva política, en la que la coalición tiene que sopesar si seguir gobernando en minoría o convocar nuevas elecciones.
Líderes de la oposición ya han indicado que el Parlamento solicitará un debate sobre la actual crisis política que podría celebrarse hoy o mañana, según la televisión pública NOS.
Los medios de comunicación holandeses publican que, tras siete semanas de negociaciones, los liberales y democristianos habían pactado un nuevo paquete de ajustes por valor de 15.000 millones de euros, que Wilders rechazó este fin de semana, lo que ha desencadenado una crisis política en el país.
Los nuevos ajustes se consideran necesarios para rebajar el déficit público hasta el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) que exige Bruselas en 2013.
Los últimos pronósticos indicaban que el déficit holandés sería de un 4,6 % el próximo año si no se aprobaba un nuevo paquete de medidas, que Holanda tiene que presentar a la UE el próximo 30 de abril.
Según Wilders, la retirada de su apoyo responde a que su partido no está dispuesto a "seguir los dictados de Bruselas" si eso significa que personas como los jubilados pierden poder adquisitivo.
Ahora que ha perdido el apoyo de los antimusulmanes, Rutte tiene complicado buscar otros socios en el Parlamento, ya que el mayor partido de la oposición, los laboristas, con 30 escaños, no están dispuestos a apoyar la actual política liberal.
EFE
Comparte esta noticia