En los últimos años, una proporción cada vez mayor de la población moken ha renunciado a sus costumbre nómadas.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) denunció hoy en un informe los continuos abusos de los derechos a la minoría étnica moken por parte de los gobiernos tailandés y especialmente del birmano, y exigió que se acabe con esta discriminación hacia el pueblo nómada.
El documento, titulado "Apátridas en el mar: Los moken de Birmania y Tailandia", describe las extorsiones, sobornos, detenciones arbitrarias, confiscaciones de bienes y otras violaciones de los derechos que sufre esta comunidad.
La organización también examina en el informe el endurecimiento de las leyes de inmigración y de protección marítima que amenazan la libertad de movimiento y el estilo de vida tradicional de este pueblo.
La mayoría de los moken son apátridas, lo que les hace extremadamente vulnerables y les priva del acceso a derechos fundamentales como la atención médica, la educación y las oportunidades de empleo en los países donde habitan.
"Lejos de la imagen idílica que el turismo promueve del pueblo moken, estos nómadas marinos se enfrentan a crecientes restricciones y ataques en el mar, y la discriminación sistemática en la tierra", afirma en el estudio el director para Asia de Human Rights Watch, Brad Adams.
El activista insiste en que negarles la ciudadanía en Birmania (Myanmar) y Tailandia solamente conduce a que sean víctimas fáciles de la explotación y de otras amenazas contra su propia existencia.
Las legislaciones birmana y tailandesas reconocen a esta raza étnica, lo que no impide que sufran la explotación laboral y otros abusos que vulneran sus derechos básicos.
Los moken son una minoría originaria de China y que hace unos 4.000 años se asentaron en las zonas marítimas del Sudeste Asiático, hasta convertirse en una de los pocos pueblos de cazadores y recolectores que quedan en la región en la actualidad.
Aproximadamente 3.000 miembros de esta etnia viven principalmente en pequeñas embarcaciones en el archipiélago Mergui, a lo largo de la costa sur de Birmania, mientras que otros 800 están establecidos en Tailandia, la mayoría en aldeas situadas en las islas de Phuket y Phi Phi.
En los últimos años, una proporción cada vez mayor de la población moken ha renunciado a sus costumbre nómadas y ha decidido residir permanentemente en Tailandia y Birmania.
HRW reclama a los gobiernos birmano y tailandés que garanticen que los moken, como pueblo indígena del archipiélago Mergui y la costa del mar de Andamán, son tratados de acuerdo con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
EFE
Comparte esta noticia