La buena alimentación infantil no solo tiene que ver con qué se le da de comer a los niños sino cómo se le da, cuando, donde y quién lo alimenta.
La buena alimentación infantil está relacionada no sólo con qué se le da de comer sino también con el cómo, cuándo, dónde y quién lo alimenta, y cada vez hay más pruebas científicas al respecto. De hecho la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha incluído en sus pautas el cómo se debe alimentar a un niño para lograr una buena nutrición infantil.
La hora de comer de un niño debe ser un momento muy especial sobre todo si estamos introduciendo nuevos alimentos. Es importante que los padres se armen de paciencia y hagan de la comida un momento agradable.
“Es importante ubicar al niño en un lugar cómodo, donde haya una silla adaptada a su edad, una mesa, y debe además compartir este momento con sus seres queridos”, indicó la nutricionista Melissa Abad.
Durante la comida el niño debe recibir muestras de afecto y atención. La persona que le alimenta debe mantener un contacto visual e irle nombrando los alimentos que va comiendo, de esta forma le ayudamos no solo a desarrollar el lenguaje sino también a conocer la importancia del momento de la comida.
El hablarle al niño mientras come, estimula su interés en la comida: “Para que un niño logre una buena nutrición y un desarrollo psicomotor óptimo, debe aprender a comer diversos alimentos y conocer las diferentes texturas”, enfatizó Abad.
Resumiendo, hay que hacer del momento de la comida algo relajante para el niño, nunca debemos forzarle sino intentar hablarle con cariño y paciencia. Debemos evitar cualquier distracción y poco a poco ir introduciendo los alimentos según la edad del niño.
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