Incendio en Mesa Redonda y los estragos de un trágico recuerdo

Una inmensa columna de humo se alzaba en el cielo de Lima la tarde del viernes, y de pronto las personas evidenciaban en sus rostros aquella desesperación que supone traer al presente el odioso recuerdo de una tragedia a gran escala donde la muerte parece apoderarse de todo.

Aproximadamente a las cuatro de la tarde, los transeúntes se estremecían al decir que Mesa Redonda se incendiaba “otra vez”, aquel centro de ventas ubicado en el Centro de Lima donde en el 2001 más de 280 personas perdieron la vida de la peor forma: quemados y asfixiados por la negligencia de ciertos hombres que no creen en la seguridad cuando se sienten confiados de su suerte.

Aquella vez de diciembre el encendido de un fuego artificial ocasionó el estallido en cadena de un sinfín de artefactos pirotécnicos que se almacenaban en malas condiciones en aquella galería donde cientos de personas hacían las compras de fin de año.

Este viernes se repitió la imagen, mas no el resultado, afortunadamente. Al momento en que la enorme columna se alzaba y lanzaba volutas de humo oscureciendo la ciudad, todos temieron lo peor.

Pero cuando las autoridades dijeron que no había muertos y cuando todo hacía suponer de que a partir de ese momento se hablaría quizá solo de intoxicados y de las causas del siniestro, a muchos les volvió el alma al cuerpo. Aquel familiar que sabíamos que estaba andando por el centro ya estaba fuera de peligro y aquellos niños que inebitablemente aparecen siempre en las cifras no estarían presentes esta vez.

Inmediatamente la Policía acordonó la zona facilitando la salida de la gente e impidiendo la entrada de los curiosos. Los Bomberos llegaron hasta el lugar ubicado en la cuadra 10 del jirón Paruro, y comenzaron con su labor, pero tal como era de esperarse tuvieron dificultades para poder atender la emergencia: falta de agua en los grifos de la zona, baja presión, personas que se cruzaban por su camino, entre otras.

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A pesar de ello gracias al denodado esfuerzo que hicieron arriesgando sus propias vidas, comenzaron a aplacar las llamas que se habían iniciado en la galería “La Cochera” y que ya se habían extendido a otras dos galerías más.

En total fueron casi 180 los efectivos de Bomberos que llegaron hasta en taxis para poder sumarse a los esfuerzos de sus compañeros. Estuvieron operando más de 27 unidades. Las diferentes municipalidades de Lima enviaron camiones cisterna para proveer de agua.

Mientras tanto empezaba a comunicarse sobre la cantidad de heridos que dejaba el siniestro producto de la asfixia. La cifra ascendía de 4 a 6 hasta culminar en 17 según reportó el mismo ministro de Salud, Alberto Tejada (también se manejaría la cifra de 22). Todos ellos estaban siendo atendidos en los Hospitales Dos de Mayo y Loayza. De igual manera resultaron heridos dos bomberos y dos efectivos policiales, estos últimos por golpes debido a caídas que sufrieron en el fragor de la tarea.

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RPP Noticias envió a todo su personal disponible y logró en un esfuerzo conjunto trasmitir desde sus tres plataformas en vivo radio, televisión y web. Y mientras la mayoría de periodistas eran retirados de la zona por seguridad, una reportera de RPP logró acceder al área más peligrosa y tras subir a un edifició captó junto al camarógrafo imágenes impactantes del pavoroso incendio.

En la redes sociales los internautas colocaban fotografías del momento que vivieron cuando de repente todo empezaba a llenarse de humo y aumentaba el calor.

La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, aseguró el apoyo económico a aquellos comerciantes que lo perdieron todo tal como lo harían con aquellos que perdieron sus cosas en el incendio de la madrugada del viernes en Villa El Salvador.

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Al final del día, el comandante general de los Bomberos, Antonio Zavala informó que el siniestro fue controlado en su totalidad, que sus causas iban a ser investigadas por la Policía y que ojala que algún día la informalidad que campea en el lugar pueda acabar de una vez por todas.

“La informalidad es fuerte en esa zona, por más que supongo que la Municipalidad hace sus esfuerzos mediante operativos, sigue siendo muy fuerte. Había gran cantidad de deshechos en los pasadizos (de las galerías) había cajas, en los stands de 2x2 habían productos inflamables”, reveló.

Pudo ser peor, pero los peruanos nos seguimos preguntando hasta cuando tendremos que escuchar acerca de tragedias para pensar en lo que no se hizo y lo que se pudo hacer. Cuando podremos vivir sin rememorar trágicos recuerdos trayéndolos al presente de la peor forma y sin sentir que quizá, después de todo, no se ha aprendido absolutamente nada.