La protesta es parte de una huelga de hambre que realizan inmigrantes detenidos en Nauru, Australia, contra las condiciones en el centro de detención en la isla del Pacífico.
Nueve inmigrantes detenidos en Nauru, como parte de la política australiana para tramitar las solicitudes de asilo en terceros países, se cosieron los labios en protesta por las condiciones en el lugar, según informaron medios locales.
La protesta es parte de una huelga de hambre que realizan desde la semana pasada una docena de inmigrantes detenidos en Nauru contra las condiciones en el centro de detención en la isla del Pacífico y por las demoras en el trámite de sus solicitudes, según grupos defensores de los derechos de los refugiados.
Documentos gubernamentales revelados por el grupo mediático Fairfax revelaron que algunos inmigrantes indocumentados han intentado cometer suicidio en el primer mes de haber sido trasladados a Nauru.
La primera ministra de Australia, Julia Gillard, dijo este domingo que la protesta no asegura un trato preferencial a los huelguistas y afirmó que las autoridades realizan una evaluación apropiada de las personas detenidas en Nauru para determinar si son refugiados genuinos, según la cadena ABC.
"Desafortunadamente, la gente a veces da esos pasos, pero quiero ser bien clara: hacer una huelga de hambre (...) no cambia los resultados (de las solicitudes) de la gente", aseveró Gillard.
Australia retomó en agosto un plan, iniciado la década pasada, con la apertura de centros de detención en Nauru y Papúa Nueva Guinea, dos naciones del Pacífico Sur donde se confina a los inmigrantes ilegales que intercepta antes de que entren en el país para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.
Unos 33.000 inmigrantes indocumentados han intentado llegar a Australia en busca de asilo desde que el Partido Laborista asumió las riendas del Ejecutivo en 2007.
Según el Ministerio de Inmigración de Australia, el 90% de los inmigrantes indocumentados que llegaron en el año fiscal pasado, entre el 1 de julio de 2011 al 30 de junio de 2012, eran refugiados.
EFE
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