Los expertos del Ministerio nipón de Agricultura están procediendo a analizar muestras de pollos de todas las granjas situadas en un radio de 3 kilómetros en torno a la finca afectada.
Autoridades de la prefectura de Yamaguchi (oeste de Japón) confirmaron este martes a la cadena pública nipona NHK el sacrificio de 37.000 pollos de una granja de la región en la que se ha detectado la presencia de la gripe aviar, el tercer brote confirmado en el país asiático este mes.
Las autoridades sanitarias de Yamaguchi ya están procediendo a desechar los restos incinerados de las aves, según NHK.
El sacrificio de las aves de esta explotación de la localidad de Nagato se produce después de que en la víspera los análisis confirmaran que 21 pollos murieron allí el pasado domingo y lunes afectados por la cepa H5 -que es altamente patógena- del virus de la gripe aviar.
Desde entonces, las autoridades han limitado los movimientos de personas y vehículos en la zona, así como el transporte de aves y huevos.
Al mismo tiempo, expertos del Ministerio nipón de Agricultura están procediendo a analizar muestras de pollos de todas las granjas situadas en un radio de 3 kilómetros en torno a la finca afectada para confirmar que el virus no se ha propagado y para intentar trazar una posible ruta de contagio que explique este brote.
La explotación donde se ha detectado el virus será desinfectada a partir de hoy.
El Gobierno japonés ha mostrado su inquietud ante la posibilidad de que la infección se propague por todo el país después de que el pasado domingo se confirmara la presencia del virus en una granja de la prefectura de Miyazaki, situada en la vecina isla de Kyushu, lo que obligó a sacrificar unos 42.000 pollos.
El pasado 16 de diciembre se detectó el primer brote de la cepa H5 este año en otra explotación también en Miyazaki, la mayor región productora de pollos de engorde del país, y otras 4.000 aves tuvieron que ser entonces incineradas.
El Ministerio de Agricultura ha destacado su preocupación por el hecho de que estos casos se han detectado en diciembre, en vez de en el periodo enero-febrero, cuando las temperaturas son más bajas en Japón y se han confirmado la mayoría de brotes en años anteriores.
EFE
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