El excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon pidió que rompa con los dictados de austeridad impuestos desde Bruselas y Berlín.
La extrema izquierda francesa, que a principios de legislatura se había mostrado como una aliada del presidente François Hollande, exige ahora un giro a la izquierda que acabe con la austeridad, para lo que convocó hoy una manifestación en la que quiere reunir a 100.000 personas.
Liderada por el excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, la marcha pide la instauración de la VI República y convertirse en una "demostración de fuerza" del poder de la izquierda en el país.
Mélenchon, que en los últimos días ha elevado el tono contra el Gobierno, pidió a los manifestantes que acudan con una escoba, símbolo de la necesidad de limpiar la vida política francesa.
El líder ultraizquierdista considera "incapaces" a los miembros del Gobierno y les pide que rompan con los dictados de austeridad impuestos desde Bruselas y Berlín.
"Tenemos que demostrar cuál es el poder de la izquierda en Francia", asegura Mélenchon, que pretende también recuperar la iniciativa de las manifestaciones, que en los últimos meses ha tenido la derecha en protesta contra la legalización de los matrimonios homosexuales.
De esta forma, Mélenchon quiere convertirse en un referente de la extrema izquierda, aunque los sondeos muestran que su popularidad se ha estancado desde las pasadas presidenciales de abril, cuando obtuvo el 11 % de los sufragios, el mismo porcentaje que obtendría ahora.
El voto de protesta, según un sondeo publicado por la televisión "iTélé", lo acapara la ultraderechista Marine Le Pen, tercera en las presidenciales y que ha subido 6 puntos en intención de voto desde entonces, para situarse como la segunda opción preferida por detrás del expresidente Nicolas Sarkozy.
Con manifestaciones como la de hoy Mélenchon pretende dar la vuelta a esta situación, para lo que cuenta con el respaldo de la mayor parte de los sindicatos y de otros partidos de izquierda.
EFE
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