Elba Esther Gordillo está desde 1989 al frente del sindicato de los maestros.
La poderosa líder sindical de los maestros de México, Elba Esther Gordillo, fue acusada formalmente del delito de delincuencia organizada y de operaciones financieras irregulares destinadas a sufragar su tren de vida.
Gordillo, de 68 años, que fue detenida el miércoles, conoció los cargos penales a los que se enfrenta en una cárcel de esta capital a la que fue trasladada. Un funcionario judicial le leyó los delitos de los que se le acusa a través de una ventanilla con rejas.
Pocas veces en la reciente historia de México se ha visto entre rejas a una figura con el peso político de Gordillo, que lleva desde 1989 al frente del sindicato de los maestros y que ha sido clave en los arreglos políticos de este país.
La líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con centenares de miles de afiliados, está acusada de beneficiarse personalmente de una triangulación financiera que fue utilizada para cubrir sus gastos personales.
El dinero provenía de las cuotas sindicales y era canalizado por terceras personas para cubrir gastos como tratamientos de cirugía estética, compras en tiendas de lujo, adquisiciones de propiedades inmobiliarias y el mantenimiento del avión que utilizaba.
Además de la líder sindical están detenidas otras tres personas que presuntamente sirvieron para canalizar los fondos del SNTE con el fin de cubrir los gastos de Gordillo, por un monto superior a los 2.000 millones de pesos (157 millones de dólares).
La lectura de los cargos fue hecha con la presencia del juez penal del caso, Alejandro Caballero, y de la defensa legal de Gordillo. Después de esa primera audiencia, quedó en libertad de hablar con su abogado.
En las últimas horas fue trasladada desde la cárcel de mujeres en la que estaba recluida desde la noche del miércoles a otro penal de hombres para cumplir con la audiencia judicial, a la que asistieron también otras dos personas presuntamente involucradas en la trama financiera.
Se trata de Isaías Gallardo y José Manuel Díaz, dos de las tres personas que presuntamente manejaron irregularmente los fondos y que están acusados de los mismos cargos que la dirigente sindical, es decir, delincuencia organizada y operaciones financieras ilícitas.
Una tercera persona, Nora Guadalupe Ugarte, quien supuestamente participó en los mismos hechos, fue igualmente detenida en las últimas horas e ingresada a un hospital de esta capital, bajo vigilancia policial, por un malestar del que no se dieron detalles.
DELITOS GRAVES
Serena, vestida sencillamente, lejos de las lujosas prendas que solía usar, Gordillo escuchó atentamente los cargos, y cuando se le mencionó por primera vez el de delincuencia organizada sonrió levemente y dirigió la mirada hacia arriba.
Los delitos son catalogados como graves, por lo que los tres detenidos "no tienen derecho a gozar de libertad provisional", dijo un funcionario del juzgado penal que lleva la causa.
Fuentes del Consejo de la Judicatura dijeron a Efe que Gordillo decidió no rendir declaración ante el juez, después de que conociera los cargos, y ampararse a una extensión de plazo inicial, hasta el próximo lunes, para que su defensa legal presente sus argumentos.
La detención de Gordillo ha conmocionado por completo la vida política del país, porque la dirigente gremial hasta ahora parecía intocable por su peso político y el poder de maniobra sindical que representan los maestros de las escuelas públicas de México.
El presidente Enrique Peña Nieto, que asumió el poder el pasado 1 de diciembre, ya había anunciado en su discurso de investidura una serie de reformas en el sector educativo que implicaban una merma del poder del sindicato que lidera Gordillo.
ARRESTO TRAS REFORMA EDUCATIVA
El arresto se produjo un día después de que fuera promulgada esa reforma educativa, que fue resistida por el SNTE porque, entre otras razones, considera que la evaluación obligatoria de los maestros es una amenaza a su estabilidad laboral y a sus derechos.
El sindicato solía otorgar las plazas educativas y ascensos a partir de criterios discrecionales y no por los méritos de los profesores.
Peña Nieto, en su primera referencia al caso, sin mencionar el nombre de Gordillo, afirmó en un mensaje por televisión que la indagatoria "deberá continuar hasta sus últimas consecuencias, siempre con estricto apego a derecho".
"Los recursos de los sindicatos son de sus agremiados, no de sus dirigentes. Deben utilizarse en beneficio de los propios trabajadores", afirmó el mandatario.
También insistió en que la ley "obliga a todos por igual, y nadie puede estar por encima de ella".
EFE
Comparte esta noticia