El viceministro Gabriel Quijandría, afirmó que está demostrado con estudios que los modelos de "desarollo limpio", son mas rentables que el "enfoque tradicional de la industria sucia".
El viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales (Minam) Gabriel Quijandría, afirmó este miércoles que la idea de convertirse primero en un país desarrollo y luego ver cómo limpian sus desechos “ya perdió piso”, tras recordar que este camino no está permitido a nivel global.
En declaraciones a la Agencia Andina, manifestó además que está demostrado con estudios que seguir un desarrollo limpio no cuestan más, sino que este tipo de inversiones, en el mediano plazo, “son más baratas y generan más que el “enfoque tradicional de la industria sucia”.
“No tiene sentido en este momento pretender desarrollarnos de manera sucia y decir después tenemos tiempo de limpiar cuando tengamos la recursos; no hay forma, no se puede repetir. No hay espacio para eso, no está permitido en el concierto mundial”, refirió.
Durante una conferencia donde se presentó el Proyecto Planificación ante el Cambio Climático (PlanCC), explicó que a través de esta iniciativa se busca, con medidas concretas, hacer una transición hacia una economía baja en carbono.
“Se trata de 77 medidas, de las cuales, se priorizaron 33, lo que demuestra un enfoque ambicioso de mitigación de emisiones, incluso para un país de emisión marginal (de gases de efecto invernadero) en términos relativos a nivel global. Vale la pena y tiene sentido en el aspecto ambiental, económico y social”, refirió.
Explicó que la aplicación de estas medidas tendría un efecto positivo sobre el Producto Bruto Interno (PBI) al 2050, con lo cual, aumentaría el nivel de crecimiento del país en el mediano plazo.
“Es algo que queremos lograr, más si a contramano hay algunos comentarios de agoreros que dicen que la transición y apuesta por el desarrollo sostenible, por una economía baja en carbono, es costosa y es un lujo para países en vías de desarrollo, lo que no es cierto”, señaló.
Dijo que varias de las medidas del PlanCC tienen atractivo tal que el sector privado lo pueda tomar, porque son negocios y tienen beneficios, mientras que el Estado los puede asumir con recursos público o a través de la cooperación internacional.
En otro momento, manifestó que el Gobierno aún no determinó cuál sería el monto del aporte simbólico al Fondo Verde, como un mensaje para que los países desarrollados puedan colaborar con esta iniciativa que busca mitigar los efectos del cambio climático.
ANDINA
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