"No queremos callar cuando se abusa del nombre del islam, los asesinos y los terroristas no representan al islam", afirmó Al Kizilkaya, presidente del Consejo Islámico en Alemania.
Las principales organizaciones musulmanas en Alemania convocaron este martes a una jornada contra el odio y el terrorismo, que se celebrará el viernes en doscientas mezquitas en distintas ciudades del país.
La jornada, según explicó en rueda de prensa en Berlín Al Kizilkaya, presidente del Consejo Islámico en Alemania, deberá ser un "rechazo a los extremismos de todos los colores".
En opinión de Aman Mayzek, del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania, no se puede guardar silencio cuando hay terroristas que abusan del nombre del islam.
"No queremos callar cuando se abusa del nombre del islam, los asesinos y los terroristas no representan al islam y arrastran por el suelo sus mandamientos y sus valores", dijo Mayzek.
Pidió además a los medios que no asuman sin cuestionarlo el lenguaje de los terroristas.
"El así llamado Estado Islámico no es un estado islámico, es una banda terrorista", recalcó.
Mayzek subrayó también que la jornada se dirigirá contra todas las formas de intolerancia y odio, lo que también incluye una condena a los ataques a mezquitas y sinagogas en Alemania.
"Soy judío cuando una sinagoga es atacada, cristiano cuando los cristianos son perseguidos en Irak y musulmán cuando alguien trata de quemar una mezquita", dijo Mayzek.
La jornada se realizará en el marco de la tradicional oración del viernes, después de la cual habrá una declaración de un representante del Consejo de Integración, un discurso de un invitado de honor y otro del imán sobre la paz en el mundo.
Entre los invitados de honor estará, en una mezquita en Hannover, el ministro de Interior, Lothar de Maiziere.
En la ronda de preguntas se planteó el problema de los jóvenes musulmanes que se radicalizan y que terminan reclutados para la yihad en Siria e Irak, después de que arrancara el lunes en Alemania el primer juicio contra un presunto miembro del EI, un joven alemán de 20 años.
Según Mayzek, las organizaciones musulmanes tienen poco acceso a esas personas.
"Esos jóvenes no van a nuestras mezquitas porque creen que enseñamos un islam descafeinado", dijo Mayzek.
Kizilkaya dijo que la responsabilidad de apartar a esos jóvenes del radicalismo no sólo es de los musulmanes, sino de toda la sociedad.
"Son nuestros jóvenes, han crecido aquí. Muchos han tenido experiencias de frustración y buscan consuelo en el radicalismo", explicó.
Según apuntó, quienes se radicalizan son personas que suelen tener poco conocimiento del islam.
"No van a nuestras mezquitas, sino sacan informaciones de internet y de manuales simplificadores. Entre los que realmente conocen el islam no es normal la radicalización", aseguró.
EFE
Comparte esta noticia