Por segunda vez, la pequeña de ocho años que sufre el Síndrome de Kostman, regresó a ver el mar de la playa Agua Dulce, esta vez al atardecer. Pidió que la ayuden a salvar su vida.
Fue una imagen enternecedora. La pequeña Vanina Valenzuela Bartra volvió a ver el mar de Chorrillos de la mano de su madre Eva justo al atardecer y en momento en que corría una refrescante brisa, justo en un día en que los termómetros alcanzaron los 31 grados.
La niña estaba tan feliz que hasta se quitó la mascarilla que lleva usualmente para evitar que su organismo se contamine debido a su dolencia. El síndrome de Kostman es una enfermedad extremadamente rara, se habla de una frecuencia de un enfermo en un millón de personas. Esta patología ataca su sistema inmunológico y cualquier infección, incluso una simple gripe, puede causarle la muerte.
“Quiero decir gracias a la gente que nos está ayudando, quiero seguir viviendo. Gracias a todos”, dijo la pequeña de ocho años a las cámaras de RPP Noticias.
La vida de Vanina depende de un transplante de médula ósea que se debe realizar en Minnesota, Estados Unidos, y que requiere de una inversión de US$1.5 millones.
Y aunque se anuncia la realización de varias actividades pro fondos a favor de la niña, no está demás mencionar que si alguien quiere colaborar directamente no tiene más que acudir a Scotiabank y dirigirse a la cuenta en soles N°032-0097538 o la cuenta en dólares N°032-0097545, comunicarse al celular 968-676-922 o al nextel 403*2433, o escribir al e-mail: eva_badi@hotmail.com, y al facebook/grupo:Una vida para Vanina.
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