Jefe de la Dirincri, César Guardia, aclaró en RPP que existe identidad dactilar plena, es decir que sus huellas fueron encontradas en la escena del crimen.
En diálogo con RPP, el jefe de la Dirección de Investigación Criminal PNP (Dirincri) César Guardia informó que se estableció responsabilidad material en Carlos Antonio Navarro Fernández, autor del homicidio del sacerdote Linán Ruiz y su asistente Albany Águila Cruz.
"Hemos determinado que la huella dactilar encontrada en la escena del crimen propiamente en el cáliz que se encontraba en el dormitorio del sacerdote, comparada con la impresión dactilar del intervenido se ha llegado a determinar que existe identidad dactilar plena, que significa que la huella dactilar encontrada en la escena del crimen corresponde a la persona de Carlos Antonio Navarro Fernández", explicó.
"Él ha trabajado en la casa oración desde el 2007 hasta abril de este año, aproximadamente y sabemos que el 19 de agosto, visitó a las 20:00 horas aproximadamente al padre Ruiz Morales. Vino de Cañete y estuvo más o menos unos 30 minutos. Presumimos que hizo esta visita para conocer al nuevo asistente, porque este era quien abría la puerta de la casa oración. El cáliz se encontraba en una caja fuerte del ropero empotrado del sacerdote, lo sacó y lo puso encima de la ropa de este. Ahí quedaron impregnadas sus huellas dactilares. No se lo llevó porque no era de un metal precioso. Se encontraron dos huellas las del dedo anular y el dedo índice de la mano izquierda", puntualizó.
"Hemos determinado que la huella dactilar encontrada en la escena del crimen propiamente en el cáliz que se encontraba en el dormitorio del sacerdote, comparada con la impresión dactilar del intervenido se ha llegado a determinar que existe identidad dactilar plena, que significa que la huella dactilar encontrada en la escena del crimen corresponde a la persona de Carlos Antonio Navarro Fernández", explicó.
"Él ha trabajado en la casa oración desde el 2007 hasta abril de este año, aproximadamente y sabemos que el 19 de agosto, visitó a las 20:00 horas aproximadamente al padre Ruiz Morales. Vino de Cañete y estuvo más o menos unos 30 minutos. Presumimos que hizo esta visita para conocer al nuevo asistente, porque este era quien abría la puerta de la casa oración. El cáliz se encontraba en una caja fuerte del ropero empotrado del sacerdote, lo sacó y lo puso encima de la ropa de este. Ahí quedaron impregnadas sus huellas dactilares. No se lo llevó porque no era de un metal precioso. Se encontraron dos huellas las del dedo anular y el dedo índice de la mano izquierda", puntualizó.
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