“No hay discriminación sobre quien puede ser víctima de una extorsión”, afirmó en RPP el abogado penalista, Andy Carrión.
El abogado penalista Andy Carrión, indicó que no hay diferencia de quien pueda ser víctima de un caso de extorsión, ya que puede ser una persona que tiene dinero u otra que no cuenta con liquidez económica visible.
“Hay cierta democratización en el delito de extorsión lo que se visualiza con personas que tienen trascendencia pública donde las autoridades actúan de manera rápida, pero qué pasa con las personas que no tienen estas posibilidades”, sostuvo en la secuencia Familia y Justicia.
El abogado Carrión manifestó que ante un caso de extorsión lo primero que se tiene que hacer es acudir a la autoridad competente que en este caso es la Subprefectura que puede ser distrital o regional dependiendo del lugar donde se cometen los hechos no solo para solicitar garantías personales, sino que también la policía es la entidad que en rigor debería de actuar no solo para garantizar que no se cometa este tipo de delitos sino actuar cuando ya se está cometiendo.
Manifestó que la policía debe garantizar que las personas que están siendo víctimas de estos delitos realicen sus actividades con total normalidad lo que en muchas ocasiones no sucede.
El doctor Andy Carrión recordó que la Subprefectura no tiene la capacidad logística para otorgar seguridad y garantías a las personas que lo solicitan, por lo que debe intervenir inmediatamente la policía.
Modalidades
Asimismo, indicó que en la actualidad las bandas extorsivas utilizan menores de edad para trasladar mensajes o algún tipo de información a la víctima por lo que en este caso los que asumen la responsabilidad del delito son los adultos que instrumentalizan al menor de edad. “En este caso el delito de extorsión no será contra el menor de edad sino contra aquel que lo ha utilizado”, anotó en la secuencia Familia y Justicia.
El abogado penalista explicó que la mayoría de amenazas extorsivas son emitidas de manera anónima, pero ante estos casos lo que se debe de hacer es cortar comunicación, no permitir un intercambio con el extorsionador, bloquear el número y si vuelve a llamar no permitir ningún intercambio de palabras con el delincuente.
También recomendó no publicar en redes sociales detalles de nuestras vidas, viajes, trabajo, familiares o negocios porque le facilitamos al extorsionador mucha información personal. “Debemos mantener en reserva información familiar, empresarial o laboral”, insistió.
Agregó que la policía está en la obligación de recibir las denuncias de los ciudadanos que son víctimas de estos delitos y de negarse nos podemos quejar ante el Órgano Interno.
Sostuvo que el delito de extorsión sanciona no solamente la amenaza efectiva sino potencial. Añadió que si recibimos un audio del supuesto extorsionador debemos guardarlo y entregarlo a las autoridades para que puedan tener indicios o evidencias del acto extorsivo.
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