Decisión nació ante el temor de que países como Perú y Chile tuvieran regimenes como el de Fidel Castro en Cuba.
El presidente estadounidense Richard Nixon y el dictador brasileño, Emilio Garrastazu Médici, discutieron en diciembre de 1970, maneras de desestabilizar gobiernos latinoamericanos como el peruano y el chileno, según papeles oficiales de la Casa Blanca desclasificados y publicados este viernes.
El acuerdo entre Brasil y Estados Unidos, se dio a que el primero, como país sudamericano, estaba en un espacio geográfico donde podía hacer más que Estados Unidos.
En conversaciones entre Nixon y Garrastazu Médici, el presidente norteamericano, mostró su preocupación por los gobiernos de Latinoamérica: "Deben intentar y prevenir nuevos Allendes y Castros y evitar donde sea posible invertir esas tendencias".
Entre sus planes, estuvo también el objetivo de desestabilizar al gobierno peruano, atacando al presidente y general Velasco Alvarado, haciendo publicar una noticia sobre un hijo ilegítimo.
Por su parte, esta alianza política también tuvo como objetivo derrocar a Salvador Allende, gobernante chileno, quien dos años después, sufrió el golpe de estado por manos de Augusto Pinochet.
Ante el pedido del gobierno brasileño de apoyar a los exiliados cubanos en ese país, Nixon respondió: "Deberíamos (hacerlo), siempre y cuando no los empujemos a hacer algo que no podamos apoyar, y siempre y cuando nuestra mano no aparezca" detrás, respondió Nixon.
Para comprender más acerca de las conversaciones sobre ambos presidentes en la década del 70, son necesarios archivos brasileños por lo que hace el pedido a Ignacio Lula da Silva para su desclasificación, según Peter Kornbluh, investigador del National Secret Archive (NSA) especializado en Chile y Brasil.
"La historia completa de la intervención en América del Sur en los años 1970 no puede ser explicada sin acceso a los documentos brasileños", añadió.
El acuerdo entre Brasil y Estados Unidos, se dio a que el primero, como país sudamericano, estaba en un espacio geográfico donde podía hacer más que Estados Unidos.
En conversaciones entre Nixon y Garrastazu Médici, el presidente norteamericano, mostró su preocupación por los gobiernos de Latinoamérica: "Deben intentar y prevenir nuevos Allendes y Castros y evitar donde sea posible invertir esas tendencias".
Entre sus planes, estuvo también el objetivo de desestabilizar al gobierno peruano, atacando al presidente y general Velasco Alvarado, haciendo publicar una noticia sobre un hijo ilegítimo.
Por su parte, esta alianza política también tuvo como objetivo derrocar a Salvador Allende, gobernante chileno, quien dos años después, sufrió el golpe de estado por manos de Augusto Pinochet.
Ante el pedido del gobierno brasileño de apoyar a los exiliados cubanos en ese país, Nixon respondió: "Deberíamos (hacerlo), siempre y cuando no los empujemos a hacer algo que no podamos apoyar, y siempre y cuando nuestra mano no aparezca" detrás, respondió Nixon.
Para comprender más acerca de las conversaciones sobre ambos presidentes en la década del 70, son necesarios archivos brasileños por lo que hace el pedido a Ignacio Lula da Silva para su desclasificación, según Peter Kornbluh, investigador del National Secret Archive (NSA) especializado en Chile y Brasil.
"La historia completa de la intervención en América del Sur en los años 1970 no puede ser explicada sin acceso a los documentos brasileños", añadió.
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